Estas son algunas de las características clave de los antiguos tribunales romanos:
* Eran espacios públicos. Las salas de audiencias a menudo estaban ubicadas en el foro, que era una plaza pública donde la gente se reunía para hacer negocios y socializar. Esto significaba que cualquiera podía asistir a un juicio y los juicios a menudo se consideraban una forma de entretenimiento.
* Estaban presididos por un juez o jurado. En algunos casos, un solo juez presidiría un juicio. En otros casos, se seleccionaría un jurado de ciudadanos para decidir el caso. El jurado normalmente estaba formado por 12 hombres, pero a veces podía ser más numeroso.
* Las partes involucradas presentarían sus casos. El demandante presentaría primero su caso, seguido por el demandado. Cada parte llamaría a testigos para apoyar su caso, y los testigos serían interrogados por la parte contraria.
* El juez o el jurado luego tomaría una decisión. Después de escuchar todas las pruebas, el juez o el jurado tomaría una decisión sobre el caso. La decisión era definitiva y no había derecho a apelar.
Las salas de los tribunales de la antigua Roma eran a menudo caóticas y ruidosas, y los procedimientos podían ser bastante largos. Sin embargo, también eran una parte importante de la sociedad romana y desempeñaban un papel vital en la administración de justicia.