- Miedo a la contrarrevolución: Los revolucionarios eran muy conscientes de la amenaza que representaban sus enemigos, tanto internos como externos. Creían que la única manera de proteger la Revolución era eliminar a todos los contrarrevolucionarios potenciales, incluso a aquellos que no habían hecho nada malo.
- Deseo de cambio social: Los revolucionarios estaban comprometidos a crear una sociedad nueva e igualitaria. Creían que el Reino del Terror era necesario para romper el antiguo orden social y establecer uno nuevo.
- La violencia como medio para lograr fines políticos: Los revolucionarios creían que la violencia era una herramienta legítima y necesaria para lograr sus objetivos. Estaban dispuestos a utilizar cualquier medio necesario para proteger la Revolución, incluso si eso significaba la muerte de personas inocentes.
- Dinámica de grupo y paranoia: El Comité de Seguridad Pública, que supervisó el Reino del Terror, era un grupo pequeño y muy unido de hombres que estaban sometidos a una gran tensión. Esto condujo a un clima de paranoia y sospecha en el que incluso el más mínimo indicio de disensión podía interpretarse como una amenaza.
- Luchas de poder: El Reino del Terror también sirvió como una forma para que los elementos más radicales de la Revolución consolidaran el poder. Eliminando a sus rivales y críticos, podrían asegurarse de que prevaleciera su visión del futuro de Francia.
El Reino del Terror fue un período trágico en la historia francesa, pero también tuvo un profundo impacto en el curso de la Revolución. Ayudó a consolidar los logros de la Revolución y sentar las bases de una sociedad más igualitaria y democrática en Francia.