Las casas han evolucionado a lo largo de miles de años, surgiendo diferentes tipos de estructuras en diversas regiones y culturas. El concepto de vivienda permanente se remonta al período Neolítico, hace unos 12.000 años, cuando los humanos comenzaron la transición de estilos de vida nómadas a comunidades sedentarias. Durante esta época, la gente comenzó a construir cabañas, cuevas y refugios sencillos utilizando materiales como barro, madera y pieles de animales.
Sin embargo, es difícil precisar una fecha concreta para la invención de la primera casa, ya que el desarrollo fue gradual y se produjo de forma independiente en diferentes partes del mundo. La evolución de las casas varió dependiendo de factores como el clima, los recursos disponibles y las prácticas culturales. Con el tiempo, las casas se volvieron más elaboradas y complejas, incorporando varios estilos arquitectónicos y técnicas de construcción avanzadas.