- Periodo de tiempo: La civilización azteca floreció durante los siglos XIV, XV y XVI d.C., mientras que la civilización olmeca prosperó mucho antes, aproximadamente entre el 1200 y el 400 a.C. Por lo tanto, los aztecas eran una civilización más reciente y fueron encontrados por los conquistadores españoles en el siglo XVI, lo que dio lugar a una extensa documentación de su cultura.
- Ubicación geográfica: La capital azteca, Tenochtitlán, estaba ubicada en el Valle de México, una región densamente poblada que se convirtió en el centro del dominio colonial español en América. La civilización olmeca, por otra parte, se basó en las tierras bajas tropicales del sur de México y Guatemala, una región menos accesible y menos densamente poblada, lo que llevó a una menor documentación.
- Registros escritos: Los aztecas tenían un sofisticado sistema de escritura, utilizando una combinación de símbolos logográficos y silábicos, que les permitía registrar su historia, creencias religiosas y asuntos administrativos. Por el contrario, los olmecas no tenían un sistema de escritura completamente desarrollado, sino que se basaban en representaciones y símbolos pictóricos, lo que hacía más difícil para los investigadores descifrar sus prácticas culturales y su historia.
- Conservación de artefactos: Los conquistadores españoles quedaron fascinados por la cultura azteca y recolectaron numerosos artefactos, incluidas esculturas, códices y otros objetos, que se conservaron en museos y colecciones europeos. Esto contribuyó al amplio conocimiento sobre la cultura y el arte azteca. En comparación, se han conservado menos artefactos olmecas, ya que la civilización olmeca decayó varios siglos antes de la llegada de los españoles a América.
- Investigaciones arqueológicas: Debido a los factores mencionados anteriormente, la investigación arqueológica sobre los aztecas comenzó antes y ha sido más extensa en comparación con la investigación sobre los olmecas. Esto ha llevado a una comprensión más amplia de la sociedad azteca, incluida su planificación urbana, arquitectura, sistemas políticos y prácticas religiosas.
Por lo tanto, una combinación de circunstancias históricas, registros escritos, artefactos preservados e investigaciones arqueológicas ha contribuido a un mayor conocimiento y comprensión de la civilización azteca en comparación con la civilización olmeca.