Además de las duras condiciones de la vida campesina, los pobres también eran vulnerables a las enfermedades, el hambre y la violencia. La peste negra, que arrasó Europa en el siglo XIV, mató a millones de personas y afectó desproporcionadamente a los pobres. Las hambrunas también eran comunes y los pobres eran a menudo los primeros en morir de hambre. La violencia era una realidad en la Edad Media y los pobres eran a menudo víctimas de delitos, incluidos robos, asaltos y asesinatos.
A pesar de las dificultades de la vida para los pobres en la Edad Media, también hubo algunas oportunidades de movilidad social. Un campesino podía ascender de estatus convirtiéndose en un comerciante o artesano de éxito. Algunos campesinos incluso pudieron convertirse en caballeros o incluso señores. Sin embargo, estas oportunidades eran escasas y la gran mayoría de los pobres siguieron siendo pobres durante toda su vida.
En conclusión, la vida de los pobres en la Edad Media era difícil, peligrosa y, a menudo, corta. Los pobres estaban sujetos a los caprichos de su señor, eran vulnerables a las enfermedades, el hambre y la violencia, y tenían pocas oportunidades de movilidad social. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, algunos campesinos pudieron ascender de estatus y mejorar sus vidas.