- Los señoríos eran asentamientos principalmente agrícolas, y su principal actividad económica era la agricultura.
- Cada señorío tenía una heredad, la porción de tierra gestionada directamente por el señor o su mayordomo.
- La finca se cultivaba mediante un sistema de rotación de cultivos de dos o tres campos, lo que garantizaba un suministro constante de cultivos.
- La mansión también incluía áreas para el pastoreo de animales y el cultivo de hortalizas y hierbas.
- Al producir gran parte de sus alimentos, las mansiones redujeron la necesidad de depender de fuentes externas y pudieron mantenerse de manera bastante independiente.
2. Ganadería
- Los señoríos criaban diversos tipos de ganado, incluidos ganado vacuno, porcino, ovino y aves de corral.
- Estos animales proporcionaban carne, leche, huevos, lana y otros recursos a los habitantes del señorío.
- El estiércol del ganado también era esencial para fertilizar los campos, mantener la fertilidad del suelo y mejorar el rendimiento de los cultivos.
3. Artesanías y Oficios
- Muchos señoríos tenían sus propios talleres y artesanos.
- Estos hábiles artesanos producían una variedad de bienes, como ropa, herramientas, muebles, cerámica y armas.
- Esto redujo la necesidad de que la mansión adquiriera estos artículos de fuentes externas y contribuyó aún más a su autosuficiencia.
4. Molinos
- Muchas mansiones tenían molinos, que eran esenciales para moler el grano y convertirlo en harina.
- El control del proceso de molienda aseguró un suministro confiable y constante de harina para pan y otros alimentos dentro de la mansión, eliminando la necesidad de depender de fuentes externas.
5. Recursos locales
- Los señoríos a menudo utilizaban los recursos naturales disponibles en sus tierras.
- Por ejemplo, podrían tener bosques que proporcionen madera, ríos para pescar o canteras para materiales de construcción.
- El acceso a estos recursos locales hizo que los señoríos fueran menos dependientes del comercio o el transporte desde lugares distantes.
6. Trueque y comercio
- Si bien los señoríos lucharon por la autosuficiencia, no funcionaron completamente de forma aislada.
- Realizaban trueques y comercio con señoríos o mercados vecinos para adquirir bienes que no estaban fácilmente disponibles en sus tierras.
- Sin embargo, estos intercambios eran a menudo limitados y se centraban en artículos esenciales, manteniendo la independencia económica general del señorío.
En conclusión, las mansiones medievales alcanzaron casi la autosuficiencia a través de sus prácticas agrícolas, manejo de ganado, artesanías, molinos, recursos locales y un comercio cuidadosamente administrado. Esto les permitió producir la mayoría de las necesidades de sus habitantes, reduciendo la dependencia de los mercados externos y de fuentes externas de bienes y servicios.