* Demasiada burocracia. Los emperadores sentían que el gobierno de la República era demasiado burocrático y lento para tomar decisiones. Creían que podrían ser más eficientes y eficaces si tomaban decisiones ellos mismos.
* Demasiada inestabilidad. Los emperadores sentían que el gobierno de la República era demasiado inestable y propenso a la corrupción y la guerra civil. Creían que podrían traer estabilidad al Imperio Romano estableciendo un gobierno central fuerte.