Holanda, septiembre de 1944
Eisenhower finalmente admite el atrevido plan de Montgomery:atravesar Holanda con sus tropas blindadas y aerotransportadas para flanquear las defensas alemanas. Pero "Market Garden" no estaba equipado con todos los medios necesarios. Al final, fue el fracaso frente a Arnhem lo que impidió que se aprovecharan los demás éxitos.
A falta de un número suficiente de aviones de transporte, los paracaidistas británicos iban a saltar en pequeños grupos... en el mismo centro de una reunión de fuerzas enemigas mucho mayor de lo que se había estimado. Después de alcanzar el puente clave sobre el Bajo Rin, estos hombres serían aniquilados y su sacrificio significaría el fin de cualquier esperanza de poner fin a la guerra en Europa durante el año 1944.
A medida que los ejércitos aliados se acercaban lentamente a la frontera del Reich, la resistencia alemana se hizo más dura. El general Dempsey, que dirigía el Tercer Ejército británico, observó este endurecimiento en todo momento. Sus elementos dirigentes se vieron ahora cada vez más seriamente enganchados por unidades de jóvenes hitlerianos, por grupos formados por hombres sacados de centros y servicios de convalecencia e incluso por pilotos de la Luftwaffe cuyos escuadrones fueron retenidos en tierra por falta de combustible. En pequeños grupos, en casas aisladas, a lo largo de los innumerables riachuelos que atraviesan el páramo arenoso o escondidos en pantanos de difícil acceso, estos patriotas acérrimos, convencidos de que defendían el umbral de la patria, lucharon con desesperado coraje.
Los informes de inteligencia británicos describían irónicamente unidades enemigas mal entrenadas y formadas apresuradamente:"Si se tiene en cuenta la calidad y la diversidad de las tropas que el enemigo encuentra hoy en día contra nosotros, tenemos la imagen de los esfuerzos emprendidos por el Reich para rectificar la situación:nos encontramos con paracaidistas, pilotos, policías y marineros, muchachos de dieciséis años y hombres que padecen úlceras en el duodeno...”
Reclutados en casi todas partes, inexpertos, por supuesto, lo eran... ¡Pero eran estos mismos hombres los que estaban retrasando el avance aliado!