1. Cosecha de cañas de papiro:
- Comenzaron recolectando cañas de papiro de las orillas del río Nilo, que abundaban en la región.
2. Preparando los tallos:
- La capa verde exterior de los tallos de papiro se despegó con cuidado, dejando al descubierto el núcleo.
- Este núcleo se cortó luego en tiras finas.
3. Aplanando las tiras:
- Cada tira de papiro se humedeció con agua y se aplanó utilizando un mazo o una piedra lisa.
- Al aplanarse, las fibras del tallo quedaron entretejidas formando una lámina sólida.
4. Capas y planchado:
- Se colocaron varias hojas de papiro aplanadas una sobre otra, perpendiculares entre sí.
- Esta técnica de capas añadió resistencia y estabilidad al papel.
- Luego se presionaron las capas para expulsar el exceso de agua y asegurar una superficie uniforme.
5. Secar al sol:
- El papiro en capas se colgó cuidadosamente o se expuso al cálido sol egipcio para que se secara.
- El calor del sol y el aire seco facilitaron el proceso de secado, convirtiendo el papiro en un material parecido al pergamino.
6. Alisado y Acabado:
- Una vez seco el papiro, se sometía a un proceso de alisado utilizando un hueso o piedra lisa para realzar aún más la superficie de escritura.
- Este paso eliminó cualquier irregularidad y hizo que el papiro fuera apto para escribir.
El resultado final fue un material de escritura versátil que podía usarse para crear pergaminos, libros y diversos documentos. Los antiguos egipcios usaban tinta hecha de pigmentos vegetales o carbón mezclado con agua para escribir en papel de papiro.
La producción de papel de papiro era un oficio especializado y los egipcios eran muy competentes en su fabricación. El papiro se convirtió en un bien valioso y se utilizó no sólo en Egipto sino que también se exportó a varias partes del mundo antiguo.