La Nueva Edad de Piedra se distingue del período Paleolítico anterior por el desarrollo de nuevas herramientas y tecnologías de piedra, incluidas hachas, azuelas, azadas y hoces de piedra pulida. Estas herramientas eran esenciales para limpiar tierras para cultivar, cosechar y procesar alimentos. Además, en el Neolítico se desarrolló la alfarería, que permitía el almacenamiento y transporte de alimentos y líquidos.
El cambio a la agricultura condujo a comunidades asentadas y al surgimiento de asentamientos permanentes. Esto permitió el desarrollo de estructuras sociales complejas, arte y tecnología. El período Neolítico marcó el comienzo de la civilización humana tal como la conocemos hoy, sentando las bases para el desarrollo de sociedades más grandes y, finalmente, el surgimiento de ciudades y estados.