La conversión de Ashoka al budismo se atribuye a las enseñanzas del monje budista Upagupta. Ashoka quedó profundamente conmovido por los principios del budismo y renunció a la violencia tras presenciar la devastación causada por su guerra con el reino de Kalinga. Abrazó el budismo y adoptó el camino de la no violencia y la rectitud, que se convirtieron en los principios rectores de su gobierno.
La conversión de Ashoka tuvo un profundo impacto en su reinado y en el Imperio Maurya. Difundió las enseñanzas del budismo por todo su imperio y más allá, estableciendo estupas y monasterios y enviando misiones budistas a varias partes del mundo. También emitió edictos que promovían los principios del budismo, como el respeto por todos los seres vivos, la tolerancia y la compasión.
La conversión de Ashoka al budismo también marcó un cambio en las políticas y el enfoque del arte de gobernar del Imperio Maurya. Se alejó de un enfoque militarista y, en cambio, se centró en promover la paz, el bienestar y la cooperación. Implementó reformas que mejoraron la vida de sus súbditos y estableció una administración justa y ética.
La conversión de Ashoka al budismo tuvo un impacto duradero en la India y el desarrollo del budismo en la región. Se convirtió en un símbolo de paz y no violencia, y sus enseñanzas siguen influyendo en la vida de personas de todo el mundo.