El ágora servía como lugar de reunión central tanto para los espartanos como para los visitantes, y se podían comprar diversos productos, como alimentos, cerámica, textiles y orfebrería. Había artesanos y comerciantes individuales que instalaban puestos en el ágora, y también se podían encontrar algunas tiendas especializadas.
Sin embargo, vale la pena señalar que la antigua Esparta tenía una estructura social distinta, y se desaconsejaba la búsqueda de riqueza material y bienes lujosos en favor de la fuerza y la virtud militares. La idea de acumular posesiones personales se consideraba perjudicial para el bien común y el espíritu guerrero de la sociedad espartana.
Por lo tanto, si bien existían tiendas y comercios en la antigua Esparta, desempeñaban un papel más modesto en comparación con otras ciudades-estado griegas conocidas por su extenso comercio.