Como Caballero de la Mesa Redonda, deberás:
* Creer en todo lo que la Santa Iglesia Romana enseña y manda creer, y observar todos sus preceptos.
* Sé leal y fiel al Rey y al Reino, y a todos a quienes debes lealtad.
* Proteger y defender a los débiles, los indefensos y los inocentes.
* Sé valiente y valiente, y nunca te retires de la batalla.
* Sé cortés, honesto y justo en todos tus tratos.
* Sé siempre consciente de tu deber para con Dios, tu país y tu honor.
Además, cada Caballero de la Mesa Redonda prestó el siguiente juramento:
* Buscar y destruir todo mal, dondequiera que se encuentre.
* Defender la justicia y la rectitud, incluso si eso significa ir en contra de tus propios deseos.
* Ser el campeón de los débiles y oprimidos, y nunca aprovecharse de las propias fuerzas.
* Ser fiel a tu palabra, incluso si eso significa tu propia muerte.
* Mantener tu honor por encima de todo y nunca hacer nada que pueda avergonzarte a ti o a tu casa.
Al prestar estos juramentos, los Caballeros de la Mesa Redonda se comprometieron a llevar una vida de caballerosidad y servicio, y a la búsqueda de todo lo bueno y noble del mundo.