Descubrimientos arqueológicos

Invisibilidad y prejuicios. La imagen de la mujer en la prehistoria

Invisibilidad y prejuicios. La imagen de la mujer en la prehistoria

Un buen ejemplo de lo dicho es el de la evolución de la imagen de los neandertales, desde simios agresivos y encorvados, hasta humanos inteligentes y sociales. Esto influyó (y fue influido) en una concepción lineal y progresista de la evolución, con un paradigma racista de diferencia evolutiva entre los distintos grupos étnicos actuales. Otro buen ejemplo es la representación de la mujer en la prehistoria . En este caso, los sesgos son difíciles de detectar porque, precisamente, nos suenan muy lógicos al trasladar al pasado conductas y roles que concebimos como “naturales” en el presente. Asimismo, el público asume que estas representaciones (y las explicaciones que las acompañan) provienen de conocimientos comprobados, por lo que influyen fundamentalmente en el imaginario colectivo sobre el pasado.

De esta manera, cuando se han analizado las imágenes de los museos, libros de texto, manuales y material explicativo de los sitios, los resultados han sido claros. Aunque sabemos muy poco sobre los roles de género, los roles sociales y las formas de organización en la prehistoria, las imágenes se construyen sistemáticamente siguiendo los mismos temas.

Roles de género y mujeres en la prehistoria

El primer prejuicio que condiciona el aparato gráfico sobre la prehistoria es el de la "normatividad" del hombre, considerado como lo "neutro". Los hombres aparecen más, con más protagonismo y en roles centrales. De hecho, en estudios como los de Querol o Gifford-González, realizados en diferentes momentos y en diferentes áreas geográficas, las proporciones fueron similares. Las mujeres eran sólo el 10-30% de los personajes representados y las escenas en las que aparecían sólo hombres eran mucho más frecuentes que lo contrario. Cuando aparecen las mujeres, además, se suele asociar a su papel “diferenciado” en la sexualidad y la maternidad. Son muy significativas las dos únicas figuras femeninas elegidas por Luis Mascré y Aimé Rutot para formar parte del conjunto dedicado al Instituto de Ciencias Naturales de Bruselas, a principios del siglo XX, una representación sexualizada de la Venus de Laussel y una Madre neandertal, muy animalizada, con una cría. Otro buen ejemplo es el de las imágenes de las líneas evolutivas. Sistemáticamente, la evolución del "hombre" es más literal de lo que parece.

Invisibilidad y prejuicios. La imagen de la mujer en la prehistoria

Las mujeres también son representadas arrodilladas en muchas más ocasiones. sentado o en actitudes pasivas. Asimismo, también aparecen preferentemente dentro del espacio doméstico, ya sea la cabaña o su entorno, o una cueva. Mientras tanto, los hombres aparecen más representados de forma activa, de pie o realizando diversas actividades. Incluso en la composición, las mujeres aparecen mucho más a menudo en segundo plano o como "elemento de fondo", mientras que los hombres actúan con mayor frecuencia como elementos principales.

Esto se da, en parte, por las actividades asociadas a cada uno de los géneros, sin que el registro arqueológico confirme esta asignación contemporánea en muchos casos. El ejemplo más significativo es el de la caza, que está asociada exclusivamente a los hombres y generalmente se representa en forma de caza mayor. De hecho, la imagen de dos hombres cargando una presa, normalmente un ciervo colgado de un palo, se convirtió en un cliché, aunque muy poco está atestiguado en el repertorio antropológico. En cambio, otras actividades que sí están atestiguadas, como acarrear leña o agua, aparecen muy poco y no suelen asociarse a las mujeres. La caza, en realidad, sería principalmente de caza menor o de presas de tamaño mediano e involucraría a todo el grupo, incluidos mujeres y niños. Además, frente al peso que se suele dar en las ilustraciones, que muestran a los cazadores de forma heroica, el alimento se sustentaría, salvo en las épocas más frías, mucho más en la recolección o, incluso, en la carroña. /P>

Lo mismo ocurre con otras actividades como la industria de la piedra o la minería, mientras que una imagen paradigmática de la mujer es la del tratamiento de las pieles, arrodillada en el suelo. Por tanto, se la asocia con la industria textil , considerado como algo típicamente femenino durante mucho tiempo. Asimismo, en el caso de figuras que no desempeñan actividades reconocibles, también se trata en su mayoría de mujeres. Tampoco suelen aparecer liderando las actividades ni la comunidad. El ámbito ritual también queda reservado, en las imágenes, al mundo masculino, especialmente al de las pinturas rupestres. Es curioso que, en este último caso, investigaciones recientes sugieran que los perpetradores podrían ser, en su mayor parte, mujeres y subadultos. Las huellas de manos, al menos, nos muestran una imagen mucho más equilibrada de la que nos dejan imaginar museos y centros de interpretación.

Los hombres están aún más ausentes de las actividades de cuidado. Es prácticamente imposible encontrar hombres adultos cuidando a niños, y mucho menos cargando a recién nacidos o niños muy pequeños. Lo mismo ocurre en el caso de la higiene personal o del juego. Esto nos lleva también a reflexionar sobre la rotunda ausencia de niños , en general, en las muestras, representaciones y explicaciones de museos y libros de texto, a pesar de su constante presencia en las sociedades. Asimismo, en muy pocas ilustraciones se les muestra realizando actividades productivas, lo que sería bastante normal.

Debemos tener en cuenta que esto no se puede separar del prejuicio que la propia investigación también ha tenido, como en el caso de la atribución directa, y sin mayor verificación, de ajuares de armas a sepulturas masculinas y ajuares con joyas a sepulturas femeninas. Casos como el de la Señora de Baza en el que, no sin resistencias, hubo que aceptar que la enterrada era una mujer, a pesar de que el ajuar contaba con varias panoplias militares, estos prejuicios también han ido cambiando.

Invisibilidad y prejuicios. La imagen de la mujer en la prehistoria

Esto es especialmente importante cuando pensamos que la continuación El impacto de las imágenes de museos, libros, series o publicidad, afecta especialmente a los niños, aunque toda la sociedad tiende a "asumir" estos imaginarios colectivos. Aún así, las Chicas suelen incluir más a las mujeres en los dibujos y escenas que realizan cuando se les pide que representen escenas prehistóricas (o de cualquier otra índole). Afortunadamente, esta historia está cambiando hoy. Se está haciendo un esfuerzo por reflexionar sobre nuestras propias convenciones, tanto en la literatura académica como en los museos o en la creación de imágenes con otros fines educativos. El material elaborado para la exposición "Mujeres en la Prehistoria" de Valencia, la nueva musealización en los museos arqueológicos de Madrid u Oviedo (aunque la proporción sigue rondando el 20-30% de mujeres nada más) o el proyecto Mujeres del Pasado, son un buen ejemplo de estas transformaciones, que pueden ayudarnos a crear nuevos paisajes mentales y "desnaturalizar" nuestros prejuicios.

Bibliografía

  • Gifford-Gonzalez, D. (1993):“Puedes esconderte, pero no puedes correr:representación del trabajo de las mujeres en ilustraciones de la vida paleolítica”. Revisión de Antropología Visual 9, pág. 3-21.
  • Querol Fernández, M. A., (2014) “Museos y Mujeres:la desigualdad en Arqueología”, Arqueoweb:Revista de Arqueología en Internet , 15 (1), 2014
  • Prados Torreira, L. (ed. lit.), López Ruiz, C. (ed. lit.):Museos arqueológicos y género:educar en igualdad , Madrid:Universidad Autónoma de Madrid, Servicio de Publicaciones, 2017. ISBN 978-84-8344-589-1.
  • Sánchez Romero, M. (2018):“La (Pre)Historia de las mujeres:una revisión crítica de los discursos del pasado”. Andalucía en la historia , 61, 2018, pág. 40-45
  • www.pastwomen.net