La figura de Plinio el Viejo Es fundamental para el conocimiento de numerosos aspectos relacionados tanto con la cultura romana como con la de los pueblos que fueron conquistados por ella durante su historia. El soldado, escritor y naturalista romano nació en el año 23 d.C. y murió en el año 79, durante la erupción del Vesubio. No sin antes dejarnos tu Historia Natural , una enciclopedia escrita en latín, que ha resultado ser un compendio de conocimientos en muchos campos, entre ellos la zoología, la medicina, la etnología y la geografía.
Litografía de Plinio el Viejo.
De los múltiples datos que podemos extraer de su obra, hoy nos quedamos con las Fontes Tamarici . Descrito en el libro XXXI, tras su paso por el territorio del pueblo cántabro de los Tamáricos, en el año 73, cuando ejercía como procurador de la provincia hispánica de Tarraconense .
Así traduce Plinio el Viejo al profesor Antonio García y Bellido , que estudió estas fuentes en dos campañas, 1960-1961.
“En Cantabria, las Fuentes Tamaricas sirven de augurio. Son tres, a dos metros y medio de distancia. Se juntan en un solo lecho llevando un gran caudal. Suelen estar secos unos doce días, y a veces hasta veinte, sin que de ellos surja una sola gota de agua, mientras un manantial contiguo sigue manando ininterrumpidamente con abundancia.”
Es decir, la fuente se llena o se vacía sin motivo aparente por capricho de la naturaleza. Lo cual debió servirle a Plinio el Viejo para dotarlo de una especie de aureola maldita, ya que, según él, servía para presagiar la muerte de quien llegará por primera vez y encontrará el lecho de la fuente sin una gota. de agua.
Para documentar el hecho, Plinio el Viejo relata a continuación, en su Historia Natural, lo sucedido unos años antes a su buen amigo Larcio Licinio. Inicialmente, Plinio nos describió el carácter curioso de su amigo y su gran interés por los misterios de la naturaleza, hecho que le llevó a visitar las fuentes de los Tamaricos. Del mismo modo criticó su forma de ser por impulsiva, ya que pudo conocer la maldición que pesaba sobre los visitantes, y aun así no previó que la fuente podría estar seca cuando llegaran. Como sucedió. Sólo siete días después conoció la muerte del buen Larcio Licinio .
La fuente del Reana, (fuentes tamáricas)
Para conocer el lugar descrito por Plinio debemos acercarnos a la preciosa localidad palentina de Velilla del Rio Carrión .
Encontraremos la fuente en un parque situado a la entrada del pueblo llegando por la carretera que viene de Guardo. El lugar es hoy conocido como el Parque de las Fuentes Tamaricas o Fuente de Reana . En medio de este parque encontramos un estanque de unos 21 m de largo con un ancho medio de unos 3 m. Está cubierto por tres arcos de medio punto, siendo el más antiguo el primero y no debe pasar del renacimiento. Del estanque salen unos riachuelos al terreno que han servido para regar las huertas cercanas en la actualidad.
Fuentes de Tamarica, con la iglesia de San Juan detrás.
El arco más antiguo de las Fuentes Tamaricas
Uno de los surcos que llevan el agua desde las Fuentes Tamaricas a los regadíos cercanos
Ciertamente, el lugar ha sido un lugar de culto continuo durante más de 2000 años. Antes de la llegada de los romanos, los pueblos asentados en la Península solían situar sus lugares de culto rodeados de naturaleza y está atestiguado que las fuentes eran uno de los lugares favoritos de estos antepasados. Luego llegaron los romanos, muy dados a las supersticiones, no es de extrañar el tratamiento que Plinio el Viejo dio a estas fuentes de los Tamaricos, pero también lo utilizaron como recinto religioso, ya que en 1890 se encontró un altar en el interior de la iglesia romana. El culto continuó en la Edad Media, adaptado a las creencias cristianas, con la construcción de una pequeña ermita, conocida como Ermita de San Juan, que data de finales del siglo XII.
El misterio del llenado y secado del estanque sigue siendo un enigma. El propio Antonio García y Bellido describe su llegada al lugar el 23 de julio de 1960, contando que en el transcurso de un solo día llegó a verlo vacío por unos instantes, al menos en tres ocasiones. Según los lugareños, la fuente nunca está sujeta a regularidad. Es evidente que se seca mayoritariamente en la estación seca de la sierra palentina, es decir en verano, pero algunos años son sólo unos días y otros se plantan en noviembre y siguen esperando agua. Lo más destacable, según los habitantes de Velilla del Río Carrión, es el tremendo ruido que precede al llenado, descrito como una especie de huracán que se detiene cuando el agua empieza a salir.
Supuesto esquema de funcionamiento de las Fuentes de Tamáricas, según Antonio García y Bellido.
Sobre la superstición de Plinio el Viejo, no quiero hacerle mucho caso, más que nada que cuando llegué al lugar, como se ve en las siguientes imágenes, el estanque estaba completamente seco. A mi favor cabe destacar que desconocía la escritura de Plinio, ya que personalmente llegué al lugar por casualidad. Ver fuentes tamáricas me recordó una lectura anterior sobre la religiosidad de los pueblos prerromanos.
La evidencia nos lleva a pensar en un depósito de agua cercano bajo la sierra de Palencia, que tiene un sifón en su salida, cuando se llena lo suficiente lo obstruye y por una vía muy El suelo calizo llena la Fuente de la Reana. He de confesar que encontré esta explicación buscando información sobre el lugar, para tranquilizar un poco más si cabe a mi subconsciente. Finalmente hace unos tres meses la visité y hasta ahora sigo bien.
Más información:
Fuentes tamáricas, Excavaciones arqueológicas en España, Informe escrito por Antonio García y Bellido, 1963.