Descubrimientos arqueológicos

Los arqueólogos recuperan un barco de 4.000 años cerca de la antigua ciudad de Uruk

Durante la campaña de primavera de 2022 de la misión iraquí-alemana en la que participaron la Junta Estatal Iraquí de Antigüedades y el Departamento de Oriente del Instituto Arqueológico Alemán, se excavó una antigua vasija de betún y material orgánico, que no se ha conservado.

El hallazgo fue documentado digitalmente en tres dimensiones y recuperado íntegramente para su posterior rescate y conservación. El 23 de marzo de 2022 fue entregado al Museo de Irak en Bagdad.

Cerca de Uruk, en la zona del sitio arqueológico, se encuentran antiguos canales, campos y pequeños asentamientos, así como sitios de producción que ilustran la rica vida de la antigua ciudad. El barco fue encontrado allí durante un reconocimiento sistemático alrededor de Uruk-Warka en 2018 y documentado fotogramétricamente.

Los arqueólogos recuperan un barco de 4.000 años cerca de la antigua ciudad de Uruk

La frágil estructura ya había quedado parcialmente expuesta y afectada por la erosión en los últimos años. Por lo tanto, el barco fue visible por última vez en la superficie. El tráfico que circulaba cerca del lugar amenazaba gravemente la conservación de la embarcación.

El equipo de investigación iraquí-alemán descubrió sucesivamente la frágil vasija y documentó así un hallazgo único:se trata de una vasija casi completamente conservada, hecha de material orgánico (caña, hojas de palma o madera) y completamente recubierta de betún.

Tiene 7 metros de largo y hasta 1,4 metros de ancho. En muchos lugares no tiene más de 1 centímetro de espesor. Los restos orgánicos ya no se conservan y sólo son visibles como huellas en el betún.

Los arqueólogos recuperan un barco de 4.000 años cerca de la antigua ciudad de Uruk

Durante la excavación, el barco fue documentado en tres dimensiones mediante fotogrametría. El contexto arqueológico muestra que se hundió en la orilla de un río que ya se había sedimentado, probablemente hace unos 4.000 años, y que estaba cubierto por sedimentos.

La vasija se cubrió con una capa de arcilla y yeso para estabilizarla directamente durante la excavación, por lo que pudo recuperar la mayor parte. De acuerdo con la ley iraquí sobre antigüedades, fue trasladada al Museo de Irak en Bagdad para su estudio científico y conservación.

Está previsto exhibir la embarcación y poner a disposición del público el conocimiento sobre su construcción y contexto.