El CNRS e Inria se han unido a la misión ScanPyramids para desarrollar un concepto robótico lo menos invasivo posible para explorar lugares de difícil acceso como la pirámide de Keops.
El robot plegado puede deslizarse a través de un agujero de 3,5 cm de diámetro perforado en una pared, para desplegarse por el otro lado tomando la forma de un globo inflable de 80 cm.
CAVIDAD . Desde el descubrimiento, en el corazón de Keops, de una inmensa cavidad, ¡todos han soñado con ella! Un minirobot capaz de penetrar por el agujero más pequeño posible en las entrañas de la gran pirámide. Y para ir a ver lo que aún esconde. Este anuncio realizado el 29 de noviembre de 2017 por Inria y el CNRS es, por tanto, una excelente noticia. Las dos instituciones científicas se han unido a la misión ScanPyramids, que descubrió el misterioso vacío, para desarrollar el concepto de un dispositivo de exploración "mínimamente invasivo".
Jean-Baptiste Mouret, investigador del Inria en el equipo de Larsen*, dirige el proyecto. “Por ahora, la idea no es enviar un robot a Kheops, insiste el especialista en inteligencia artificial. Pero aprovechar esta misión internacional para imaginar otras formas de estudiar el patrimonio .” Lanzado en 2015 por el Instituto HIP (Patrimonio, Innovación, Preservación) y la Universidad de El Cairo, ScanPyramids se ha convertido en un verdadero laboratorio para la arqueología del futuro, movilizando las tecnologías más innovadoras (simulación, realidad virtual y, sobre todo, muografía) en torno al mundo funerario. monumentos del IV th dinastía. Bertrand Duplat, inventor-ingeniero y asesor científico de la misión, también participó en la invención del concepto robótico con Jean-Baptiste Mouret.
Este debe desarrollarse en dos etapas. Primero, un robot tubular lo suficientemente pequeño como para insertarlo en un agujero con un diámetro inferior a 3,5 centímetros. Equipado con una linterna y una cámara ajustable de alta definición, podrá tomar fotografías de 15.000 píxeles de ancho, permitiendo a los científicos escanear cada rincón del espacio estudiado. “Tendrá una misión de reconocimiento para que sepamos si es adecuado enviar un rastreador a continuación ”, destaca Jean-Baptiste Mouret.
Este segundo robot representa la etapa más espectacular del concepto. Porque se trata de una máquina voladora que además debe poder deslizarse por un agujero de 3,5 centímetros. Actualmente, el equipo está trabajando en el diseño de un dirigible en miniatura. Este, plegado dentro de un tubo, se inflaría a distancia una vez llegara a la cavidad. Luego podría abandonar su base para evolucionar en el espacio como una nave espacial. Antes de regresar allí, cumplió su misión, para ser desinflado y luego extraído de la cavidad gracias a la estructura tubular. Dirigida por radio, equipada con cuatro motores, varias fuentes de luz, una cámara, un pequeño ordenador de a bordo y toda una serie de sensores, la máquina debería tener una carga útil de apenas 50 gramos.
Los investigadores se inspiraron en el movimiento de las abejas
“Para poder realizar todas estas maniobras, el robot se basa en sensores biomiméticos diseñados en el Instituto de Ciencias del Movimiento (CNRS/Universidad de Aix-Marsella), explica Jean-Baptiste Mouret. Los investigadores se inspiraron en el movimiento de moscas y abejas que, colocadas en un pasillo, se mueven midiendo el flujo óptico, es decir, la velocidad de desplazamiento de los objetos en sus retinas. Los pequeños sensores electrónicos del futuro robot deberían implementar la misma técnica. De este modo podrá moverse de forma independiente y regresar solo a su base si pierde la conexión de radio. ”
El despliegue de la góndola a la salida del tubo sigue siendo el mayor desafío para el equipo. Todavía llevará meses –si no años– perfeccionar este artilugio de ciencia ficción. Mientras tanto, el primer robot ya existe como prototipo. Y nos gusta imaginar, a pesar de la cautela mostrada por el equipo, que con la autorización de las autoridades egipcias podría utilizarse en Kheops. Porque si la famosa cavidad descubierta por ScanPyramids parece inaccesible a pesar de la profundidad del macizo rocoso, la misión también ha identificado el comienzo de un corredor, justo detrás de las vigas de la cara norte. Pero ésta se sitúa exactamente en el mismo eje que ella. La introducción de un mini robot equipado con una cámara permitiría quizás saber si el corredor continúa en su dirección. Ofreciendo un punto de entrada inesperado.
* Equipo conjunto Inria/CNRS/Universidad de Lorena.