En el contexto de esta persecución, hay que situar el martirio del obispo de Tarraco, Fructuoso , junto con sus diáconos Augurio y Eulogio. Los tres clérigos fueron condenados a damnatio ad vivicomburium[1] en el anfiteatro de Tarragona el 21 de enero de 259. Todo el proceso está narrado en la Passi