Durante el proceso de curación, es importante seguir cuidadosamente las instrucciones de su médico, que pueden incluir:
- Usar un yeso o una bota para inmovilizar el pie y permitir que el hueso sane
- Apoyar el pie y evitar caminar o apoyar peso sobre él
- Elevar el pie para reducir la hinchazón.
- Aplicar hielo en el pie para reducir el dolor y la hinchazón.
- Tomar analgésicos según lo prescrito
- Asistir a fisioterapia para ayudar a restaurar la fuerza y flexibilidad del pie.