* Registros escritos: Los registros escritos, como libros, revistas y manuscritos, pueden proporcionar una gran cantidad de información sobre eventos pasados. Por ejemplo, los jeroglíficos del antiguo Egipto, las tablillas babilónicas y los rollos de bambú chinos proporcionan información invaluable sobre la historia de estas civilizaciones.
* Evidencias arqueológicas: La evidencia arqueológica, como ruinas, artefactos y herramientas, puede ayudar a reconstruir la historia de culturas pasadas. Por ejemplo, las excavaciones de la antigua ciudad de Pompeya han proporcionado a los investigadores una gran cantidad de información sobre la vida romana.
* Evidencia geológica: La evidencia geológica, como núcleos de hielo, anillos de árboles y capas de sedimentos, se puede utilizar para fechar eventos pasados y proporcionar información sobre el entorno en el que ocurrieron. Por ejemplo, se han utilizado núcleos de hielo de la Antártida para reconstruir la historia climática de la Tierra durante los últimos cientos de miles de años.
* Historia oral: La historia oral, que implica la recopilación de testimonios hablados de personas que tienen conocimiento de primera mano de acontecimientos pasados, puede proporcionar información valiosa sobre la historia. Por ejemplo, los testimonios de los supervivientes del Holocausto han ayudado a arrojar luz sobre las atrocidades del régimen nazi.
* Genealogía: La genealogía, que es el estudio de los linajes familiares, puede ayudar a rastrear la historia de familias e individuos a lo largo de muchas generaciones. Por ejemplo, la investigación genealógica se ha utilizado para rastrear la ascendencia de la familia real británica hasta la conquista normanda en 1066.