Figuras Históricas

Martín Adán

El poeta peruano Martín Adán, cuyo verdadero nombre era Ramón Rafael de la Fuente Benavides Nació el 27 de octubre de 1908 en Lima, en la calle Corazón de Jesús (actual Jirón Apurímac). Sus padres fueron Santiago de la Fuente Santolalla y Rosa Mercedes Benavides, cuyo matrimonio no duró mucho y tanto el poeta como su hermano César crecieron prácticamente sin padre. Su abuelo Rafael Benavides, prestigioso ginecólogo, y su tía Tarsilia se hicieron cargo de la familia. Martín Adán realizó casi todos sus estudios, tanto primarios como secundarios, en el Colegio Alemán, donde uno de sus maestros fue el poeta Alberto Ureta, y tuvo como compañeros a Estuardo Núñez, Emilio Adolfo Westphalen, Carlos Cueto y Guillermo Lohmann. . Hacia 1926, como consecuencia natural de su amistad con José Carlos Mariátegui, inició su colaboración con la revista Amauta. publicando artículos y comentarios, así como avances de La casa de cartón , que había escrito entre 1924 y 1926 bajo la dirección del profesor Emilio Huidobro. Por el año 1927 ingresó a la Universidad Mayor de San Marcos donde estudió Letras y Derecho . La Nueva Revista Peruana publicado en 1929 Tiempo , un bello texto en prosa que ensalza los claroscuros de la mañana; a su vez, la revista Letras difunde un texto bastante académico titulado:El demonio español del siglo XVI , en relación con El Casamentero , de Fernando de Rojas. Luego escribe Power Trance , que es el retrato de un tío marginal, que en ese momento se encontraba muy enfermo. Al cerrarse el claustro de San Marcos en 1932, Martín Adán decidió terminar sus estudios de Derecho en la ciudad de Arequipa, donde también consiguió un empleo en el Banco Agrario. Allí conoce a José Luis Bustamante y Rivero, entonces jefe del departamento jurídico de dicha oficina bancaria. En la ciudad de Misti, Martín Adán, ahora liberado de la tutela de su tía Tarsilia, desarrolla una afición por la bebida que lo acompañará siempre.

Obras de Martín Adán

Durante su estancia en Arequipa escribió los poemas que corresponden a lo que sería el libro La Campana Catalina , publicado recién en 1942. Regresó a Lima en 1934 y, a partir de entonces, su inclinación al alcohol lo llevó a ser internado una y otra vez en el hospital Larco Herrera.
En 1938 optó por el doctorado en Letras con la tesis De lo barroco en el Perú , que se publicaría como libro treinta años después. En 1939 escribe el libro unitario de poemas titulado La rosa de la espinela . La Universidad Mayor de San Marcos le encomendó un trabajo de descripción y contenido bibliográfico sobre los autores del primer siglo de la literatura peruana, que fue publicado por entregas en el Boletín Bibliográfico de la Universidad entre 1939 y 1940, pero que quedó inconcluso. A partir de 1944, la crisis económica que atravesaba el poeta por la pérdida de sus dos casas lo obligó a alquilar una habitación en un albergue detrás de la catedral de Lima. Con travesía Extrasea o Sonetos a Chopin , Martín Adán obtuvo el premio nacional de poesía correspondiente al año 1946. En enero de 1959 fue incorporado a la Academia Peruana de la Lengua y en 1961, además de publicar Escrito a ciego , volvió a ganar el premio nacional de poesía por La mano desaida (Canción a Machu Picchu), que se publicaría en 1964. Al año siguiente escribió La piedra absoluta , colección de poemas publicada en 1966.
En 1975 la editorial Intisol publicó Diario del poeta . En ese momento, Martín Adán se había trasladado de la habitación que ocupaba en el sanatorio a una casa de reposo más cómoda. Allí recibió continuas visitas del librero y editor Juan Mejía Baca, a quien había conocido en la década de 1950, convirtiéndose en su más íntimo amigo. Prueba de ello fue el poder que el poeta le otorgó en 1958 para hacerse cargo de las ediciones de sus obras. En 1976 recibió el premio nacional de cultura en el área de literatura. En 1980, la fundación Banco Continental para el desarrollo de la cultura patrocinó la edición de la obra poética completa de Martín Adán y dos años después, bajo el mismo sello, apareció el volumen correspondiente a sus obras en prosa. Hacia 1983 el poeta se encontraba muy delicado de salud pero mantenía una columna en el diario La República, titulada:“El humano que está solo no es el único verdadero humano”. A mediados de 1984 perdió la vista de un ojo y tras una breve recuperación acudió al hospital de Loayza, donde falleció el 29 de enero de 1985 . Tras su muerte, el interés suscitado por su obra en varios países ha ido aumentando, y se han publicado, entre otras, dos importantes antologías:una en Madrid (Antología, 1989) y otra en México (El más Hermoso crepúsculo del mundo, 1992). ).


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