Cuando, a finales de mayo de 1291, los musulmanes mamelucos toman la fortaleza de Acre, no sólo supuso el fin de la presencia cristiana en las proximidades de Jerusalén. Pero para los Caballeros Templarios, aquellos cuya misión principal era la protección de los peregrinos que llegaban a la ciudad santa, fue el principio del fin de una era. Pese a lo cual, al otro lado del Mediterráneo, curiosamente tres años después, se inició la construcción del que sería el último refugio de los Caballeros Templarios.
Los Caballeros del Temple y la Corona de Aragón.
Sin duda, la elección de los Templarios de ese afloramiento rocoso del Mediterráneo para la construcción de su fortaleza no se debió sólo a las excelentes condiciones de protección que ofrecía. Más bien, provino de una larga y fructífera relación entre las autoridades del templo y la Corona de Aragón.
Para acercarnos un poco más a esta relación, debemos retroceder dos siglos. En el momento de la I cruzada, Alfonso I el Batallador ya contaba con la amistad de muchos de los caballeros que asistieron a la misma. Por ello, el joven Reino de Aragón recurrió a ellos para su tarea principal, la reconquista de los territorios hispánicos ocupados por el mismo infiel que ocupó Jerusalén, el Islam. Aunque también es necesario nombrar al obispo de Huesca y Jaca, Esteban, que tras su paso en 1105 por las tierras recién conquistadas de oriente, fue el impulsor de la llegada de los caballeros cruzados para la conquista de la ciudad de Zaragoza.
Armas templarias del Museo del Castillo de Peñíscola
La relación fue tal que tras la muerte de Alfonso I el Batallador, los Caballeros Templarios del Reino de Aragón, surgidos en el municipio de Monreal, se hicieron merecedores de la herencia de los territorios reales. Efectivamente, no se llevará a cabo por la negativa de los señores feudales y del hermano de Alfonso, Ramiro II, aunque ello no fue obstáculo para continuar la relación. En definitiva, tenían un fin común muy importante, la citada reconquista.
Habrá que pasar algunas décadas para encontrar la época de mayor esplendor de la Orden del Temple en Aragón. A principios del siglo XIII, un niño de 6 años llega al castillo templario de Monzón para recibir protección y entrenamiento durante tres años, tras los cuales se convertiría en Jaime I de Aragón, el rey templario por excelencia. Durante su reinado y con la ayuda de los Templarios, la Corona de Aragón se lanzó a la conquista del Mediterráneo, incorporando sucesivamente Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, que en los años siguientes se convertiría en la punta de lanza del control marítimo, que llevaba la corona aragonesa. en el Mediterráneo occidental. Todo ello sin olvidar el objetivo principal de la reconquista de la península, en este contexto vendrá la conquista de la ciudad de Peñíscola en el año 1243.
La llegada de los Templarios a Peñíscola.
La historia de los Templarios en Peñíscola sigue impregnada de ciertas cuestiones, que pueden hacernos aún más curiosa, si cabe, la actual visita a la misma. En el año 1294, como ya hemos dicho tras la pérdida de los últimos territorios cristianos en Oriente Medio, un nieto del mayor rey templario, en este caso Jaime II, decide intercambiar las tierras de Peñíscola con los Templarios por las de la ciudad de Tortosa. Tras lo cual, unos años más tarde, estos últimos compraron el señorío de Culla por una importante suma de dinero, lo curioso del tema radica en el escaso valor de estos territorios, pero parece que su propósito era rodearse de una seguridad. cinturón.
Dos son los personajes clave que aparecen en este contexto de intercambios entre el rey de Aragón y los Templarios. Por un lado, el joven Arnau de Banyuls que pasará a ser comisario de Peñíscola, junto a él el penúltimo maestre templario de la Orden de Aragón, Berenguer de Cardona. Ambos acometerán la tarea de construir el Castillo de Peñíscola sobre los restos de una antigua ciudadela musulmana. .
Escudos, entre ellos los de Berenguer de Cardona y Arnau de Banyuls
De esta manera, ese mismo año 1294, se inició la construcción de lo que debió ser el punto de partida de los Caballeros del Temple, para recuperar su posición al frente de la lucha contra los infieles La construcción siguiendo los cánones de las antiguas construcciones templarias así lo atestiguan. En definitiva, este aspecto es motivo de grandes interrogantes, ¿por qué los constructores de Peñíscola utilizan las mismas técnicas que en el castillo de Miravet, siglo y medio antes? Si no para reverdecer viejos laureles.
El fin de los Templarios de Peñíscola.
Aunque todo quedará truncado en aquel fatídico año de 1307, con un Castillo de Peñíscola Sin terminar, los Caballeros Templarios se enfrentan a su final. No sin antes conocer la muerte del maestro Berenguer de Cardona, ocurrida en uno de sus viajes a la isla de Chipre, donde un año antes se había reunido con Jacques de Molay para intentar relanzar la Orden Templaria.
Parece que ya era tarde, en octubre de 1307, Jacques de Molay, junto con sus compañeros, fue encarcelado por el rey de Francia Felipe IV, acusándolo de horrendos crímenes. Tras la confesión bajo tortura del último Maestro del Temple, el rey francés envía una carta a su primo, el rey de Aragón Jaime II. En él y tras relatar la confesión de Jacques de Molay, le pide que haga lo propio con los Templarios de Aragón. En un principio, el rey aragonés no parece creer lo que lee. Sus más fieles servidores y protectores del cristianismo contra el Islam no podrían haber cometido esos crímenes.
A los pocos días Jaime II devuelve la carta a Felipe IV, en ella ya parece expresar sus dudas, para qué la construcción de nuevas fortalezas, si no tenían que temer. ¿Los reyes cristianos? Además, le asegura que si se demuestra que los delitos de los que fueron acusados, que van desde la corrupción, hasta la sodomía y pasando por la negación de Cristo, o el Papa así lo exigió, los detendría de inmediato. Aunque esto último no era necesario, tras la acusación de la inquisición que ya ejercía en el Reino de Aragón, Jaime II se puso manos a la obra.
Entrada al Castillo Templario de Peñíscola
Llegados a este punto surgen las preguntas sobre la historia del Castillo de Peñíscola reaparecer, que fue entregado prácticamente sin oposición, incluso se dice que el comandante fue visto en el barco camino al exilio. Mientras sus vecinos de Miravet y especialmente los templarios de Monzón lucharon durante dos largos años por mantener sus posiciones. Sea como fuere, el fin de los Caballeros Templarios del Reino de Aragón se produjo en el año 1309 con la caída del llamado Castillo de Monzón. Ocho años después, en 1317, la nueva Orden de Santa María de la Montesa, fundada por el propio Jaime II, tomará las riendas del Castillo de Peñíscola. y de todos los bienes templarios del reino de Valencia.
Castillo de Peñíscola en la actualidad.
Tras ser declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1931, y con las diversas actuaciones de mejora emprendidas en el mismo, especialmente las que finalizaron en 2014. El Castillo de Peñiscola Además de ser uno de los mejor conservados, nos muestra uno de los mejores espacios museísticos para acercarnos al pasado de la Orden del Temple. Y por tanto conocer un poco mejor lo que aquí se explica.
Establos convertidos en museo
La entrada al castillo es por el antiguo zaguán, a partir de ese momento nos adentraremos en el mundo Templario, ya que las estancias contiguas, ocupadas por las antiguas caballerizas y cuerpo de guardia hoy son parte del museo comentado.
Para empezar, una de las salas nos expone claramente el proceso constructivo del castillo, nos resultará muy fácil entender lo inacabado que se encuentra. Justo al lado se encuentra la sala que hará las delicias tanto de los más pequeños como de los mayores, dedicada a las armas y armaduras templarias. Para continuar, el museo nos lleva a través de la historia de la Orden del Temple, nos revela a sus mayores héroes, o su estructura interna. Una de las salas más curiosas es la dedicada al mundo del simbolismo templario, muy importante en la Edad Media. Otra de estas salas está dedicada a la relación que existió durante toda la época templaria con la orden del Císter.
Escaleras del Patio de Armas
Antes de pasar al piso superior del castillo, bajaremos a las salas del llamado Salón del Cónclave. Recibe este nombre por ser el lugar donde fue elegido el sucesor del otro ilustre inquilino del castillo, el Papa Benedicto XIII, más conocido como Papa Luna, dejaremos para otro día la larga historia de él. Esta sala fue la bodega más grande en la época templaria.
Iglesia de Santa María
Salón gótico
Tras subir al primer piso, al que llegaremos a través de un espectacular patio de armas orientado al Mediterráneo, nos adentraremos en las estancias principales del Castillo Templario. El primero de ellos, el Salón Gótico, era la zona de recepción de los visitantes ilustres del castillo. Continuamos la visita por la sala de la Rebotica, llamada Casa del Agua, donde seguramente los Templarios ponían en práctica la alquimia. Dejaremos para el final la iglesia de estilo cisterciense, dedicada al culto a la Virgen María y los Reyes Magos, en ella aún se puede observar la losa que cubrió la tumba del Papa Luna, antes del traslado de sus restos. Por cierto, la visita se completa por todas las dependencias que ocupó el Papa Benedicto XIII a principios del siglo XV.
Para finalizar os dejo la web donde podéis consultar los precios y horarios de la visita. castillodepeñíscola
Para completar la información sobre los Templarios y la Corona de Aragón, te invito a leer estos otros dos artículos:
http://walkingthroughhistory.com/templar-banks/
Más información:Los Templarios en la Corona de Aragón