historia historica

La invención del cigarrillo.

Fumar ha tenido diferentes significados a lo largo de la historia. En el proceso de descubrimiento del continente americano, la costumbre sería un exotismo apreciado por los curiosos europeos. Siglos después, las películas de las primeras películas americanas ponían un pomposo cigarrillo en la boca de sus divas y galones como muestra de su sofisticado estilo de vida. Hoy en día, es objeto de importantes litigios legales y campañas que combaten este hábito extremadamente perjudicial para la salud.


Sin embargo, ¿quién sería el principal responsable de crear este hábito que todavía atrae a miles de personas en todo el mundo? Según investigaciones sobre el tema, el descubrimiento de los cigarrillos debe atribuirse a los nativos que habitaban el continente americano. Algunas evidencias arqueológicas indican que el consumo de cigarrillos se produce desde hace más de ocho mil años. Los aztecas fumaban tabaco enrollado en hojas de junco o tubos de junco. Otros pueblos preferían la vieja y todavía conocida hoja de maíz.

En un jarrón maya del siglo X, se encontraron restos arqueológicos índicos con un dibujo de un grupo de indígenas fumando una faja de hojas de tabaco enrolladas alrededor de una especie de cuerda. Aproximadamente cinco siglos después, cuando Cristóbal Colón llegó a América, a los europeos les gustaron las costumbres de los nativos de la región de las Bahamas. En aquella ocasión, el navegante Rodrigo de Jerjes probó el hábito indígena y, al regresar a Europa, se llevó algunas hojas.

Unas décadas más tarde, los europeos empezaron a reinventar las formas de consumo de tabaco. En el siglo XVI aparecieron los primeros cigarros, que estaban restringidos a una pequeña parte de la población que podía permitirse pagar la costosa especia. Sorprendentemente, fue el carácter excluyente del cigarro lo que allanó el camino para la creación del cigarrillo. Los trabajadores pobres de Sevilla cortaban restos de cigarro en la calle y los enrollaban en papel.

Al crear este “cigarro alternativo” habríamos establecido los primeros cigarrillos de toda la historia. A pesar de la creatividad empleada y la funcionalidad del nuevo producto, fueron necesarios varios siglos para que el consumo de cigarrillos se popularizara. Según algunas estimaciones, a finales del siglo XIX, el hábito de mascar tabaco era mucho más popular que fumar. Recién a finales de ese mismo siglo, el cigarrillo se popularizó cuando James Bonsack creó la máquina para liar cigarrillos.

Durante la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918), los soldados recibían paquetes de cigarrillos en las trincheras de guerra. Actualmente, según algunas estimaciones, alrededor de mil millones de personas fuman habitualmente. La popularización de su consumo acabó azuzando varios problemas de salud pública que hoy justifican la prohibición por ley del uso del cigarrillo en lugares de gran circulación de personas.


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