La ayuda internacional al desarrollo comenzó con el Plan Marshall hace casi setenta años. Antes de ese momento, los países ricos y los particulares ya ocasionalmente concedían préstamos o donaban bienes a las zonas afectadas. Sin embargo, la ayuda estructural de Estados Unidos y la cooperación entre países europeos en forma de un programa de recuperación plurianual eran nuevas y vieron la luz en 1947.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Europa Occidental estaba paralizada. Hubo que reparar la infraestructura, construir casas y aumentar de nuevo la producción y el comercio. A la gente le faltaba todo tipo de cosas, desde comida hasta combustible, por lo que muchos productos permanecían en el recibo.
Posteriormente, surgió una escasez de dinero porque los bienes de importación necesarios eran más caros que los bienes de exportación producidos. Los miles de millones de préstamos ya concedidos en 1947 resultaron insuficientes y la crisis era inminente.
Había que volver a poner a la Alemania bombardeada en la cima, pero no todos estaban de acuerdo. En una reunión entre Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Rusia, Francia y Rusia se opusieron a esta idea. Francia no quería nada más que mantener pequeño a su archienemigo Alemania, y Rusia, según los estadounidenses, tenía otros motivos. El dictador ruso Stalin intentaría por todos los medios mantener a Europa inestable. Después de todo, una Europa pobre e inestable sería susceptible al comunismo, y eso había que evitarlo.
La pobreza es caldo de cultivo para el comunismo
Por lo tanto, Estados Unidos temía que una Europa pobre y amargada terminara en la trampa comunista de Stalin. Para mantener la paz y lograr que el comercio internacional alcance el nivel de antes de la guerra, el Secretario de Estado de los EE.UU., George C. Marshall, ideó un plan experimental:Estados Unidos proporcionaría miles de millones para un programa de recuperación a gran escala, pero los países europeos pondrían este programa juntos. diseñar y coordinar ellos mismos su implementación.
El 16 de abril de 1948, dieciséis países de Europa occidental firmaron el Tratado de Cooperación Económica. Ese mismo año se creó la Organización para la Cooperación Económica Europea (OEES, desde 1961 OCDE) para distribuir la ayuda. Entre 1948 y 1952, la OCDE distribuyó casi 13 mil millones de dólares en dinero y bienes entre los países participantes.
Estados Unidos no sólo donó esta enorme cantidad:además de la caridad, también influyó el interés propio. Los productores estadounidenses recibieron las órdenes de suministrar alimentos, materias primas y maquinaria y, como señaló el presidente Truman, "una guerra contra Rusia sería mucho más cara" que la ayuda Marshall.
El plan Marshall como fuente de inspiración
Esta exitosa cooperación europea fue una inspiración para la posterior ayuda al desarrollo, pero resultó no ser un plan para resolver la pobreza y preservar la paz. Los países del tercer mundo, por ejemplo, no tenían infraestructura, habitantes educados y una base económica para volver a ser prósperos rápidamente, como Europa después de la guerra. Para sacar a estos países de la espiral descendente de la pobreza, los 161 miembros de las Naciones Unidas unieron fuerzas en 2000 para elaborar otro plan estructural y de gran escala:los Objetivos de Desarrollo del Milenio.