Un mercado de hace muchos siglos
Durante la Edad Media el mercado era un lugar para hacer compras, pero también para reunirse y socializar, ya que allí se reunían personas de todos los estratos sociales.
Ricos y pobres, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, todos en busca de gangas, hicieron de los mercados medievales lugares abarrotados y animados, llenos de humanidad y alegría de vivir.
En el mercado vendían y compraban de todo, desde comida hasta ropa, desde animales hasta telas, desde pieles hasta utensilios domésticos, pero las tiendas eran muy diferentes de las tiendas actuales:en principio consistían en estructuras muy pequeñas y precarias de madera y tela colocadas una al lado de la otra a lo largo de las calles de la ciudad.
Los talleres de albañilería eran muy pocos y casi siempre estaban ubicados en la planta baja de viviendas particulares; en lugar de puertas había simples cortinas mientras que las grandes puertas de madera se utilizaron en lugar de vitrinas que se elevaban durante el día en el momento de la apertura y luego se bajaban nuevamente al cerrar.
Podemos aprender mucho sobre los mercados y tiendas medievales también gracias a los numerosos frescos de la época que ha llegado hasta nosotros, una preciosa e inigualable fuente de información e información histórica sobre las costumbres y tradiciones del pasado.