Antes de su muerte, había sido un activo dirigente socialista y sindical durante muchos años. Había sido candidato a la presidencia por el Partido Socialista de Estados Unidos cinco veces y se había desempeñado como editor del periódico del Partido Socialista, Appeal to Reason. También había sido encarcelado por sus actividades políticas, incluida una sentencia de diez años por hablar en contra de la Primera Guerra Mundial.
Después de su muerte, Debs fue recordado como un apasionado y elocuente defensor de los derechos de los trabajadores y los pobres. También fue elogiado por su valentía y dedicación a sus creencias, incluso ante la adversidad.