Una perspectiva es que no se hizo justicia porque Estados Unidos, el país que lanzó las bombas atómicas, nunca rindió cuentas por sus acciones. Estados Unidos nunca se ha disculpado por los atentados y nunca ha pagado ninguna compensación a las víctimas. Algunas personas sostienen que esta falta de rendición de cuentas es una forma de injusticia.
Otra perspectiva es que se hizo justicia porque los bombardeos provocaron el fin de la Segunda Guerra Mundial y salvaron millones de vidas. Algunas personas sostienen que los atentados fueron necesarios para evitar un mayor derramamiento de sangre y que, por tanto, estaban justificados.
Una tercera perspectiva es que no se hizo justicia porque los bombardeos afectaron desproporcionadamente a los civiles. La mayoría de las víctimas de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki fueron civiles, entre ellos mujeres, niños y ancianos. Algunas personas sostienen que esta matanza indiscriminada de personas inocentes fue una violación del derecho internacional y un crimen contra la humanidad.
Además de estas tres perspectivas principales, hay muchos otros matices a considerar al discutir si se hizo justicia a las víctimas del bombardeo de Hiroshima. Por ejemplo, algunas personas argumentan que los bombardeos se justificaron porque fueron una respuesta a los crímenes de guerra japoneses, mientras que otros argumentan que los bombardeos fueron una respuesta desproporcionada a esos crímenes.
En última instancia, la cuestión de si se hizo justicia a las víctimas del atentado de Hiroshima es compleja y no tiene una respuesta fácil. Es importante considerar todas las perspectivas sobre este tema para llegar a un entendimiento completo.