2. Falta de diversidad: La conversación sobre moda estuvo dominada por las perspectivas blancas de la clase alta, mientras que las contribuciones y experiencias de moda de personas de color, inmigrantes y otros grupos minoritarios fueron en gran medida pasadas por alto.
3. Énfasis en la fastuosidad: El debate a menudo enfatizaba el gasto excesivo y las opciones de moda opulentas de las clases altas, desviando la atención de discusiones más sustantivas sobre cuestiones sociales, económicas y políticas.
4. Desconexión del contexto social más amplio: El debate sobre la moda no logró explorar adecuadamente la interconexión de la moda, el consumo y la dinámica social y económica general de la Edad Dorada.
5. Análisis insuficiente de las prácticas productivas y laborales: La discusión sobre la moda omitió el examen de las prácticas laborales, la explotación y las condiciones laborales en la industria de la moda, que a menudo eran duras y opresivas.
6. Ausencia de discurso crítico sobre género e identidad: El debate sobre la moda no examinó a fondo el papel de la moda en la construcción y expresión de la identidad individual y de género, que eran preocupaciones pertinentes durante el período.
7. Falta de atención a la sostenibilidad: La cuestión de la sostenibilidad medioambiental y social en la industria de la moda, tan relevante hoy en día, no formaba parte de los debates durante la Edad Dorada.
En general, los fracasos del debate sobre la moda en la Edad Dorada pueden atribuirse al enfoque limitado, la representación limitada y la exploración insuficiente de los contextos sociales y económicos más amplios que dieron forma a la moda y sus implicaciones durante ese período.