historia historica

¿Sobre el día en que murió Abraham Lincoln?

El 14 de abril de 1865, el presidente Abraham Lincoln fue asesinado en el Teatro Ford en Washington, D.C., por John Wilkes Booth, un simpatizante confederado. He aquí un relato de los acontecimientos que se desarrollaron en ese fatídico día:

Tarde:

- Alrededor de las 7:00 p. m., el presidente Lincoln y su esposa, Mary Todd Lincoln, asistieron a una obra de teatro en el Teatro Ford. Los acompañaron el mayor Henry Rathbone y Clara Harris, hija del senador Ira Harris.

- John Wilkes Booth, un conocido actor y simpatizante confederado, entró al teatro y se dirigió al palco presidencial.

Asesinato:

- Aproximadamente a las 10:13 p.m., Booth entró al palco presidencial y le disparó al presidente Lincoln en la cabeza por detrás a quemarropa. La bala atravesó el cráneo provocando graves daños.

- Rathbone intentó detener a Booth, pero Booth lo apuñaló en el brazo y escapó por una ventana, rompiéndole la pierna en el proceso.

Consecuencias:

- El presidente Lincoln fue llevado al otro lado de la calle hasta la Casa Petersen, donde permaneció inconsciente hasta su muerte el 15 de abril de 1865, a las 7:22 a.m.

- Booth huyó a Virginia, pero fue perseguido y asesinado el 26 de abril de 1865 en un granero cerca de Bowling Green, Virginia, por soldados de la Unión.

- El asesinato del presidente Lincoln conmocionó a todo el país y provocó dolor y duelo generalizados. El país ya se encontraba en un estado frágil debido a la Guerra Civil, y la muerte de Lincoln se sumó al trauma de la nación.

- El asesinato desató una extensa búsqueda de Booth y sus cómplices, que resultó en la captura y juicio de varios conspiradores.

- La muerte de Lincoln a la edad de 56 años dejó un profundo impacto en Estados Unidos y marcó el curso de la historia estadounidense. Su prematuro fallecimiento fue una pérdida devastadora, justo cuando la nación estaba en la cúspide de la curación y la reconciliación después de la Guerra Civil.

Los acontecimientos del 14 de abril de 1865 y los días posteriores constituyen un capítulo trágico de la historia estadounidense, que marca la pérdida de un querido presidente y deja un legado duradero de dolor y reflexión sobre la fragilidad del liderazgo y el precio de preservar la Unión.

Publicación siguiente