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¿Por qué Estados Unidos estaba molesto por el hundimiento del Lusitania?

El hundimiento del RMS Lusitania el 7 de mayo de 1915 fue un factor importante en la decisión de Estados Unidos de entrar en la Primera Guerra Mundial. El Lusitania era un transatlántico británico que fue torpedeado por un submarino alemán frente a la costa de Irlanda, lo que provocó un la muerte de 1.198 personas, entre ellas 128 estadounidenses. El hundimiento indignó a la opinión pública estadounidense y aumentó el apoyo a las potencias aliadas.

Estados Unidos había sido oficialmente neutral en la guerra hasta ese momento, pero el hundimiento del Lusitania llevó al presidente Woodrow Wilson a emitir una enérgica protesta ante el gobierno alemán. En su nota, Wilson advirtió que Estados Unidos responsabilizaría a Alemania por las muertes de ciudadanos estadounidenses.

El gobierno alemán respondió afirmando que el Lusitania llevaba municiones y tropas, lo que lo convertía en un objetivo legítimo. Sin embargo, esta afirmación fue posteriormente cuestionada por el gobierno británico, y muchos estadounidenses creyeron que el submarino alemán había apuntado deliberadamente a un buque civil.

Tras el hundimiento del Lusitania, Estados Unidos tomó varias medidas para aumentar su preparación militar y presionar a Alemania. La administración Wilson amplió el tamaño de la Marina de los EE. UU. y comenzó a entrenar una fuerza de reserva civil. El gobierno estadounidense también impuso restricciones al comercio con Alemania y sus aliados.

Estas medidas no lograron disuadir al gobierno alemán, que continuó hundiendo barcos mercantes y matando a civiles. En abril de 1917, Estados Unidos declaró la guerra a Alemania. La entrada de Estados Unidos en la guerra resultó ser un importante punto de inflexión en el conflicto y los aliados finalmente salieron victoriosos.

En resumen, el hundimiento del RMS Lusitania enfureció a Estados Unidos y contribuyó a su decisión de entrar en la Primera Guerra Mundial. Las muertes de ciudadanos estadounidenses a bordo del Lusitania alimentaron la indignación pública y llevaron al presidente Woodrow Wilson a tomar medidas contra Alemania.