- El desencadenante inmediato de la Gran Depresión fue la caída del mercado de valores el 29 de octubre de 1929 (martes negro).
- La sobreespeculación y la excesiva asunción de riesgos por parte de los inversores crearon una burbuja en el mercado de valores y provocaron una rápida caída de los precios de las acciones.
2. Fallas bancarias:
- Tras la caída del mercado de valores, muchos inversores y empresas perdieron la confianza en el sistema bancario.
- Esto provocó una ola de quiebras bancarias, ya que los depositantes se apresuraron a retirar su dinero.
- La quiebra de los bancos provocó una reducción de la oferta monetaria y una restricción del crédito, lo que perjudicó aún más a las empresas y a los consumidores.
3. Sobreproducción y demanda decreciente:
- Durante la década de 1920 se había producido una sobreproducción de bienes debido a la rápida industrialización.
- Con la recesión económica, la demanda de bienes y servicios disminuyó, lo que provocó un superávit y una caída de los precios.
4. Deflación:
- Los precios de bienes y servicios cayeron constantemente durante la Gran Depresión, lo que provocó deflación.
- Esto dificultó que las empresas pagaran sus deudas y provocó una mayor contracción de la economía.
5. Tasas de interés altas:
- Para frenar las quiebras bancarias y la crisis económica, la Reserva Federal subió los tipos de interés.
- Esto, sin embargo, hizo más difícil para las empresas obtener préstamos e invertir.
6. Ley Arancelaria Smoot-Hawley (1930):
- La Ley Arancelaria Smoot-Hawley aumentó significativamente los aranceles sobre los bienes importados para proteger las industrias estadounidenses.
- Esto condujo a aranceles de represalia por parte de otros países, lo que resultó en una disminución del comercio internacional y una profundización de la crisis económica mundial.
7. Débil respuesta federal:
- Inicialmente, la respuesta del gobierno federal a la crisis económica fue inadecuada e ineficaz.
- Las políticas del presidente Hoover se centraron en medidas voluntarias, como alentar a las empresas y a los individuos a mantener el gasto, que resultaron insuficientes.
Estos factores se combinaron para crear una espiral descendente en la economía, que condujo al impacto prolongado y devastador de la Gran Depresión en Estados Unidos y el mundo.