El Dust Bowl provocó una pérdida generalizada de cosechas, lo que provocó escasez de alimentos e hambruna. Miles de personas murieron por hambre, desnutrición o causas relacionadas.
Neumonía:
Las tormentas de polvo crearon espesas nubes de polvo que obstruyeron los pulmones de las personas y provocaron infecciones respiratorias como la neumonía. Muchos sucumben a la neumonía y otras enfermedades relacionadas con los pulmones.
Desnutrición:
La pobreza, la pérdida de medios de vida y el acceso limitado a los alimentos debido a las malas cosechas provocaron una desnutrición generalizada. El sistema inmunológico de las personas estaba debilitado, lo que las hacía más susceptibles a las enfermedades.
Insolación:
Las temperaturas de verano durante el Dust Bowl podrían elevarse por encima de los 100 grados Fahrenheit. El calor extremo, combinado con la falta de sombra de los árboles afectados por la sequía, provocó un golpe de calor y contribuyó a la muerte.
Problemas de salud mental:
La prolongada angustia económica y psicológica del Dust Bowl provocó un aumento de las tasas de trastornos de salud mental, incluidas la depresión y la ansiedad. En casos graves, estos problemas de salud mental contribuyeron al suicidio.