Después de la guerra, muchos miembros de la Gestapo fueron capturados y juzgados por los Aliados por su papel en el Holocausto y otros crímenes de guerra. Algunos de los miembros más notorios de la Gestapo, como Heinrich Himmler y Reinhard Heydrich, se suicidaron o fueron ejecutados por los aliados durante la guerra o poco después. Otros, como Adolf Eichmann, fueron capturados y juzgados años después. Eichmann finalmente fue ejecutado en Israel en 1962.
Algunos miembros de la Gestapo pudieron escapar a otros países después de la guerra. Algunos fueron a América del Sur, donde encontraron refugio en países que simpatizaban con la causa nazi. Otros fueron a Oriente Medio u otras partes del mundo, donde esperaban evitar ser llevados ante la justicia.
En general, la Gestapo fue efectivamente desmantelada después de la guerra y muchos de sus miembros fueron llevados ante la justicia o castigados de otro modo por sus acciones. Sin embargo, algunos miembros de la Gestapo lograron escapar y evadir el castigo.