En el Cuerpo de Descubrimiento de Lewis y Clark, los castigos más comunes eran guardias adicionales, reducciones en las raciones, encadenamiento, confinamiento a bordo del barco en tierra y azotes.
Por delitos menores, el castigo habitual impuesto eran deducciones de salario y guardias adicionales, pero por faltas repetidas y más graves, el infractor era azotado con latigazos que oscilaban entre veinticinco y quinientos cincuenta.