Panorámica: Este era el método más simple y común. Los mineros usarían una bandeja poco profunda para tamizar la tierra suelta o la grava, permitiendo que las partículas de oro más pesadas se depositaran en el fondo. Luego separarían cuidadosamente el oro de los demás materiales.
Balanceo: Este método era similar a la panorámica, pero implicaba el uso de un dispositivo tipo balancín más grande. El balancín se llenaba con tierra o grava y luego se balanceaba hacia adelante y hacia atrás para separar el oro.
Escurrimiento: Este método implicaba el uso de una esclusa larga e inclinada llena de agua. Los mineros echaban tierra o grava en el extremo superior de la compuerta y el agua que fluía arrastraba el material más ligero, dejando atrás las partículas de oro más pesadas.
Largo Tom: Esta era una variación de la esclusa que utilizaba una caja de esclusa más larga y ancha. A menudo se usaba en áreas con menos flujo de agua.
Hidráulica: Este método utilizaba corrientes de agua de alta potencia para descomponer y lavar grandes cantidades de tierra y grava, exponiendo el oro que había debajo.
Minería a la deriva: Este método se utilizaba para extraer oro de vetas o vetas subterráneas. Los mineros cavarían pozos o túneles en la tierra y luego utilizarían diversas técnicas para extraer el oro, incluidas la perforación y la voladura.