Ardiendo: Otro método de ejecución utilizado por las brujas de Salem fue la quema en la hoguera. Las brujas fueron atadas a un poste, rodeadas de madera y otros materiales inflamables, y les prendieron fuego. Este era un método de ejecución particularmente espantoso y agonizante, y a menudo se usaba para brujas que se consideraban particularmente peligrosas o malvadas.
Presionando: Este método implicaba colocar un peso pesado sobre el pecho de la bruja acusada, que lentamente aplastaría su cuerpo. Este método se utilizaba a menudo junto con otras formas de tortura, como palizas o hambre, para obligar a la bruja acusada a confesar.
Ahogamiento: En algunos casos, las brujas acusadas fueron ahogadas. Los ataban y los arrojaban a un río, lago u otra masa de agua, y los dejaban ahogarse.
Lapidación: En algunos casos, las brujas acusadas fueron lapidadas hasta la muerte. Esto implicaba arrojar piedras o piedras a la bruja acusada hasta que muriera.
Además de estos métodos de ejecución, muchas de las brujas acusadas también fueron sometidas a otras formas de abuso y tortura, como palizas, azotes y privación del sueño. Estos métodos se utilizaron para obligar a las brujas acusadas a confesar e intimidar a otros para que no hablaran en contra de los juicios por brujería.