Como diosas inmortales, no estaban sujetas a las mismas nociones de matrimonio y relaciones que los humanos. Se centraron en sus respectivas actividades artísticas y sus roles como mecenas y fuentes de inspiración para quienes participan en las artes.
Las Musas a menudo eran retratadas como solteras y de espíritu libre, representando la pureza y la naturaleza no adulterada de sus dones creativos.