1. La Tercera Guerra Anglo-Birmana: La Tercera Guerra Anglo-Birmana tuvo lugar entre noviembre de 1885 y enero de 1886 entre el Imperio Británico y la Dinastía Konbaung de Birmania. La guerra resultó en una victoria británica decisiva, que condujo a la anexión de la Alta Birmania y al establecimiento formal del dominio colonial británico sobre todo el país.
2. La caída de Mandalay: El 28 de noviembre de 1885, las tropas británicas capturaron la ciudad de Mandalay, capital de la dinastía Konbaung. El rey Thibaw Min, el último monarca de Birmania, se rindió a los británicos, marcando el fin de la dinastía Konbaung y el comienzo del dominio británico.
3. La anexión de la Alta Birmania: Después de la caída de Mandalay, los británicos anexaron formalmente a su imperio la Alta Birmania, incluidas las regiones de Ava, los estados Shan y las colinas Kachin. La Baja Birmania, que había sido anexada anteriormente en 1852, se fusionó con la Alta Birmania para formar la provincia de Birmania dentro de la India británica.
4. Deportación del rey Thibaw Min: Tras su rendición a los británicos, el rey Thibaw Min, junto con su familia y miembros de la corte real, fue deportado a la India, inicialmente a Ratnagari en Maharashtra. Posteriormente, fueron trasladados a Ratnagiri, donde permanecieron hasta su muerte.
5. Establecimiento de la administración británica: Los británicos establecieron una administración colonial en Birmania, con un gobernador designado por la Corona británica. La administración estaba centralizada en Rangún, la ciudad más grande y el principal puerto del país. Los británicos introdujeron varios sistemas administrativos y legales, incluida la creación de divisiones administrativas, tribunales e instituciones educativas.
6. Resistencia y Rebeliones: La anexión británica de Birmania y la imposición del dominio colonial provocaron resistencia y rebeliones generalizadas contra la autoridad británica. Varios grupos étnicos, como los Shan, Karen y Kachin, protagonizaron levantamientos y campañas de guerrilla contra el dominio británico. Estas resistencias continuaron durante varios años y plantearon desafíos a la consolidación del control británico.