1. Condena y No Reconocimiento: Estados Unidos condenó la agresión de Japón y se negó a reconocer el estado títere de Manchukuo, que Japón había establecido en Manchuria. Esta postura era parte de la política estadounidense de no reconocimiento, cuyo objetivo era negar legitimidad a los territorios adquiridos por la fuerza.
2. Doctrina Stimson: El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry L. Stimson, emitió una declaración conocida como la Doctrina Stimson en enero de 1932. La doctrina declaraba que Estados Unidos no reconocería ningún cambio territorial resultante de actos de agresión. Fue un gesto simbólico de desaprobación pero no implicó una acción militar inmediata.
3. Participación de la Liga de Naciones: Estados Unidos apoyó los esfuerzos de la Sociedad de Naciones para abordar la crisis de Manchuria. La Liga aprobó una resolución condenando las acciones de Japón y pidió un acuerdo pacífico. Sin embargo, Japón ignoró estos esfuerzos y continuó su ocupación de Manchuria.
4. Medidas Económicas: Estados Unidos impuso algunas medidas económicas contra Japón, como la prohibición de la exportación de ciertos bienes y materiales que podrían usarse con fines militares. Estas medidas fueron limitadas y no afectaron significativamente la economía general de Japón ni sus capacidades militares.
5. Leyes de Neutralidad: Durante este período, Estados Unidos contaba con Leyes de Neutralidad, cuyo objetivo era evitar que el país se involucrara en conflictos extranjeros. Estas leyes impidieron que los ciudadanos y las empresas estadounidenses proporcionaran asistencia financiera o armas a las partes beligerantes. Sin embargo, las Leyes de Neutralidad no impidieron que Estados Unidos tomara medidas diplomáticas o expresara su desaprobación de las acciones de Japón.
6. Diplomacia y Negociaciones: Estados Unidos realizó esfuerzos diplomáticos para resolver pacíficamente la crisis de Manchuria. Mantuvo conversaciones con Japón y otros países involucrados en la región para buscar una solución negociada. Sin embargo, estos esfuerzos no tuvieron éxito y Japón continuó consolidando su control sobre Manchuria.
7. Opinión pública y aislacionismo: La opinión pública de Estados Unidos estaba en general en contra de una intervención militar directa en Asia. El país estaba centrado en su propia recuperación económica de la Gran Depresión y se mostraba reacio a verse envuelto en conflictos extranjeros. Los sentimientos aislacionistas eran fuertes y hubo un apoyo limitado para emprender acciones militares contra Japón.
En general, la respuesta estadounidense a la invasión japonesa de Manchuria fue cautelosa y comedida. Utilizó medios diplomáticos para expresar desaprobación y preocupación, pero no tomó medidas militares significativas ni impuso sanciones económicas severas contra Japón. El papel de Estados Unidos estuvo limitado por sus propias políticas de neutralidad, sus tendencias aislacionistas y el contexto global más amplio de la época.