La bebida de los dioses
Se sabe que los árboles de cacao existen desde hace más de 4.000 años. Esparcidos por pájaros y monos.
Curiosamente. Los españoles llegaron a la actual Vera Cruz en la fecha marcada por el calendario azteca como el probable regreso de Quetzalcóatil.
El pueblo celebró con este regreso la llegada de Cortés y Montezum II, el entonces emperador, le ofreció un gran banquete.
Inmediatamente después del festín, sirvió la mezcla de chocolate frío y espumoso mezclado con miel, especias y vainilla en copas doradas.
Dijo que quien bebiera el chocolate tendría fuerza, vigor y también compartiría un poco de la sabiduría del dios.
Los aztecas creían que el dios Quetzalcoátil había traído los granos de cacao del cielo y se los había regalado a los humanos.
En 1502, Cristóbal Colón fue el primer europeo en probar el cacao. Quien quedó realmente impresionado con la bebida fue Hernán Cortés:17 años después de Colón, fue recibido por los aztecas con una taza de chocolate (el chocolate se consume durante la ceremonia, en una ilustración tomada del códice azteca).
A pesar del amable recibimiento, un año después el navegante arrestó al emperador azteca y tomó sus tierras.