1. El Tratado de Versalles: Los duros términos del Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial, causaron un gran resentimiento en Alemania y contribuyeron a una sensación de humillación nacional. Este resentimiento fue explotado por Adolf Hitler y el Partido Nazi, quienes lo utilizaron para ganar poder en Alemania y finalmente iniciar la Segunda Guerra Mundial.
2. La Gran Depresión: La crisis económica mundial de la década de 1930 tuvo un impacto devastador en Alemania, provocando desempleo y pobreza generalizados. Esta inestabilidad económica creó un terreno fértil para el ascenso de Hitler y los nazis, quienes prometieron restaurar el poder económico y político de Alemania.
3. El fracaso de la Sociedad de Naciones: La Liga de Naciones fue una organización internacional establecida después de la Primera Guerra Mundial para prevenir guerras futuras. Sin embargo, la Liga se vio debilitada por la negativa de Estados Unidos a unirse y no pudo abordar eficazmente las crecientes amenazas a la paz en la década de 1930.
4. El apaciguamiento de Hitler: En un intento por evitar la guerra, potencias occidentales como Gran Bretaña y Francia siguieron una política de apaciguamiento, que implicaba hacer concesiones a Hitler con la esperanza de satisfacer sus demandas. Sin embargo, esta política sólo envalentonó a Hitler y lo hizo más agresivo.
5. El Acuerdo de Munich: En 1938, Gran Bretaña y Francia acordaron permitir que Alemania se anexara los Sudetes, una región de Checoslovaquia predominantemente de habla alemana. Este acuerdo fue ampliamente visto como una gran derrota para las potencias occidentales y envalentonó aún más a Hitler y a los nazis.
6. El Pacto Molotov-Ribbentrop: En 1939, Alemania y la Unión Soviética firmaron un pacto de no agresión, conocido como Pacto Molotov-Ribbentrop. Este pacto permitió a Alemania invadir Polonia sin temor a la intervención soviética y efectivamente le dio a Hitler luz verde para iniciar la Segunda Guerra Mundial.
7. El fracaso de la inteligencia: En el período previo a la Segunda Guerra Mundial, las potencias occidentales disponían de amplia información de inteligencia sobre los planes de Hitler, pero no evaluaron adecuadamente la amenaza que representaba. Esta falla de inteligencia permitió a Hitler tomar por sorpresa a las potencias occidentales y contribuyó al estallido de la guerra.
Para evitar que comenzara la Segunda Guerra Mundial se habría requerido una combinación de factores, entre ellos abordar los agravios de Alemania después de la Primera Guerra Mundial, prevenir el ascenso de Hitler y los nazis, fortalecer la Sociedad de Naciones y resistir la tentación de apaciguar a Hitler. Sin embargo, es importante recordar que no hay garantía de que alguna de estas medidas hubiera tenido éxito.