1. Políticas económicas: La Gran Depresión generó desafíos económicos en Europa, creó competencia y alimentó disputas comerciales entre países. Los países aumentaron los aranceles y adoptaron políticas proteccionistas, exacerbando las luchas económicas y creando tensiones.
2. Ascenso del fascismo: Las dificultades económicas durante la Gran Depresión dieron lugar a ideologías políticas extremas, en particular el fascismo. Gobiernos como el de la Alemania nazi de Adolf Hitler explotaron el descontento del pueblo para ganar poder. Los líderes fascistas aprovecharon las dificultades económicas y el descontento para promover el ultranacionalismo, el militarismo y la expansión territorial.
3. Ambiciones territoriales: La Gran Depresión intensificó los sentimientos nacionalistas y creó un deseo de expansión territorial para asegurar recursos y apuntalar la economía. Países como Alemania e Italia tenían agendas revisionistas y trataron de revocar disposiciones del Tratado de Versalles que imponían restricciones territoriales después de la Primera Guerra Mundial.
4. Ampliación militar: Para mitigar el impacto económico, los países se centraron en impulsar las industrias nacionales, incluida la fabricación de armas. Esto contribuyó al desarrollo militar y a los programas de armamento en varias naciones. Japón, Alemania e Italia expandieron activamente su poder militar y desafiaron el orden establecido por el Tratado de Versalles.
5. Apaciguamiento: Algunas potencias europeas adoptaron una política de apaciguamiento hacia naciones agresivas como Alemania para evitar la guerra. El hecho de no abordar las acciones expansionistas y las demandas territoriales en última instancia envalentonó a Hitler y allanó el camino para nuevas agresiones.
6. Fracaso de la Sociedad de Naciones: La Sociedad de Naciones, una organización internacional establecida después de la Primera Guerra Mundial para fomentar la paz, resultó ineficaz para prevenir conflictos. Su incapacidad para imponer la adhesión al Tratado de Versalles y abordar las crisis emergentes permitió que aumentaran las tensiones y contribuyó al colapso de la seguridad colectiva.
7. Incumplimiento de las potencias aliadas en el cumplimiento del Tratado de Versalles: Las potencias aliadas victoriosas de la Primera Guerra Mundial no lograron hacer cumplir todos los aspectos del Tratado de Versalles, lo que dejó un resentimiento profundamente arraigado en Alemania, lo que alimentó aún más el ascenso de Hitler y su ambición de reconstruir un estado alemán influyente.
8. Inestabilidad social y política: La Gran Depresión tuvo profundos efectos sociales y políticos. El ascenso del fascismo, el declive de la democracia y el colapso del orden económico internacional crearon un terreno fértil para el conflicto. Las incertidumbres globales facilitaron que los líderes autoritarios obtuvieran apoyo para políticas que llevaron a la guerra.
9. Carrera armamentista: Ante el aumento de las tensiones, los países emprendieron una carrera armamentista, acumulando armas y fortaleciendo sus capacidades militares. La carrera armamentista se salió de control, intensificando la sensación de miedo e inseguridad entre las naciones y aumentando la probabilidad de conflicto.
Por lo tanto, si bien la Gran Depresión no causó directamente la Segunda Guerra Mundial, la inestabilidad prevaleciente, las dificultades económicas y los acontecimientos políticos resultantes impulsados por la Depresión crearon una atmósfera propicia para el inicio de la guerra y contribuyeron al conflicto global posterior.