Historia de Europa

La bodega más antigua de la Península Ibérica

España es la segunda región vitivinícola más importante del mundo, sólo por detrás de Italia. Produce más de 40 millones de hectolitros de este preciado caldo al año. Desde la antigüedad, el vino se elabora y consume en la Península Ibérica. En concreto, L'Alt de Benimaquia , situado en la localidad alicantina de Dénia , presume de tener la bodega más antigua que existió en nuestro territorio. Este yacimiento ibérico ya producía vino en el siglo VI a.C. debido a la influencia ejercida por los fenicios, que comerciaban y fundaban colonias en la costa levantina y el sureste español. En Dénia se han encontrado ánforas de origen fenicio que comprobarían que la transformación de la uva en vino estuvo influenciada por este pueblo procedente del actual Líbano. En la antigüedad, casi todos los productos refinados procedían de Oriente. Y, lógicamente, también las técnicas que iban a permitir transformar los dones perecederos de la tierra en productos duraderos y por tanto aptos para la exportación.

La bodega más antigua de la Península Ibérica

En tres prensas se pisaba la uva de la que caía el mosto a un estanque de fermentación. Una muesca permitía la recogida del vino para su posterior envasado en ánforas. Para la extracción del orujo se aprovechó una posible zona de prensado. De esta zona situada al suroeste del Montgó Se recuperaron los restos más interesantes del yacimiento:unas 7.000 semillas de uva claramente cultivadas de la época .

La amplitud territorial que siempre tuvo el centro histórico de Dénia, le llevó a buscar un medio de vida con nuevos recursos alimentarios para subsistir, y su ubicación estratégica en el Mediterráneo Occidental, lugar de alto tráfico comercial, convirtió al municipio en uno de los mayores productores. y exportadores de vino de toda la antigüedad.

Durante la época romana, el antiguo Dianium exportaba, pero también importaba, productos culinarios a todos los rincones del Mediterráneo. Y entre ellos el vino exquisito que elaboraba en grandes cantidades. Fue la cuna de su mestizaje. El vino que producía no era sólo un producto de consumo, sino que formaba parte de un culto, una liturgia, un ritual; su fama trascendió más allá de las fronteras hispanas.

Colaboración Javier Ramos de Lugares con Historia

Imagen:Coloquios históricos de Extremadura