En 1391 fue coronado Rey de Granada Yusuf II . Su primera decisión fue eliminar o encarcelar a los miembros de su familia que pudieran disputarle el trono y asegurar su sucesión nombrando heredero a su hijo mayor, Yusuf. De poco sirvió. Su hijo menor, Mahoma, lideró una insurrección en Granada que su padre sólo pudo controlar con la ayuda de los meriníes del Magreb. Aún así, un año después, Yusuf II murió misteriosamente (¿envenenado?). Mahoma no desaprovechó la oportunidad, recuperó a los insurgentes y se proclamó rey de Granada como Muhammad VII. .
La suerte del heredero legítimo, su hermano mayor Yusuf, estaba echada... fue encarcelado en el castillo de Salobreña y allí estuvo recluido durante años. Durante todo el reinado de Mahoma buscó la paz con los reinos cristianos del norte y con los benimerines que habían apoyado a su padre. Una vez restablecido el orden en Granada, reanudó las campañas contra Jaén y Murcia. Mientras tanto, Yusuf pasó sus días encerrado en un calabozo... hasta 1408.
En 1408, para nombrar heredero a su propio hijo y evitar posibles insurrecciones, el rey ordenó matar a su hermano. Envió un emisario al castillo de Salobreña con la sentencia de muerte y la orden de regresar al emisario con la cabeza de su hermano. Cuando llegó al castillo, el prisionero estaba jugando una partida de ajedrez con el alcaide. Leyó el mensaje, se lo mostró a Yusuf y dijo:
Lo siento, no tengo más remedio que cumplir con el pedido.
Yusuf, sin perder los estribos, le pidió, como último deseo antes de morir, que terminara el juego. Jugaron durante varias horas hasta que Yussf le dio jaque mate con el movimiento de un alfil. Cuando se levantaron para ejecutar la sentencia, llegó un mensajero anunciando la muerte de Muhammad VII... y la proclamación de Yusuf III. , decimocuarto soberano de la dinastía nazarí del Reino de Granada.
Publicado originalmente en Sesión de Control.
Ilustraciones Historia ilustrada de Granada