Historia de Europa

Los fantasmas que persiguen los cuadros del Museo del Prado

No nos referimos al espíritu de Don Diego Velázquez saliendo de Las Meninas veamos qué se cuece para La fragua de Vulcano; o porque La Gioconda del Prado deambula por los pasillos intentando escapar para encontrarte con tu gemelo en el Louvre. No. Los fantasmas a los que no nos referimos se encuentran en uno de los rincones de la sala contigua a la pinacoteca italiana, más concretamente en los tres paneles pintados por Sandro Boticelli. conocido como Nastagio degli Onesti . Y es que en ellos, además de mostrar un paisaje (innovación pictórica donde las había allá por el siglo XV), nada más y nada menos que un poltergeist. aparece. descrito en el Decameron por Giovanni Boccaccio . Pongámonos en situación:

Los fantasmas que persiguen los cuadros del Museo del Prado

Cuadro 1 Nastagio degli Onesti – Botticelli

El protagonista de la historia es Nastagio. , el joven del jubón gris, calzas rojas y botas amarillas que vemos dos veces a la izquierda del primer panel y que reaparece en los otros dos. Es interesante destacar que en realidad son cuatro paneles:los tres que tenemos la oportunidad de ver en el Museo del Prado y un cuarto que se encuentra en una colección familiar en Italia. Luego vemos a Nastagio hundido y derrotado tras ser rechazado por su amada, hija de un tal Paolo Traversario. . Camina solo por los bosques de Rávena con la intención de quitarse la vida cuando de la nada ve aparecer un jinete que, junto con sus perros, persigue a una doncella joven y desnuda. En un momento de galantería, Nastagio finge luchar contra el hombre a caballo (por eso lo vemos con una rama en la mano), pero luego lo interroga diciendo:

¡Déjame cumplir la justicia divina!
Debo cumplir sin descanso el castigo que merece esta mala mujer. Todos los viernes a la misma hora la alcanzo en este lugar
[Decameron, quinto día, octava narración]

Los fantasmas que persiguen los cuadros del Museo del Prado

Cuadro 2 Nastagio degli Onesti – Botticelli

Nastagio ve como Guido , que así se llama el caballero, alcanza a su presa y le arranca el corazón con ayuda de sus perros. Pero lo que realmente presencia el joven es, como explicó Guido, una aparición. Guido, como el protagonista, también había sufrido un desengaño amoroso por parte de aquella dama y, como el otro, había intentado (con éxito) quitarse la vida en aquel bosque. A partir de ese momento cayó sobre Guido y la doncella una maldición que los obligó a perseguirse hasta la eternidad, logrando desenredar a la joven cada viernes en ese lugar.

Los fantasmas que persiguen los cuadros del Museo del Prado

Cuadro 3 Nastagio degli Onesti – Botticelli

Lo que podemos ver en el tercer panel es la oportunidad que encontró Nastagio en esa aparición. Nada más y nada menos que la celebración de un banquete el viernes siguiente con la familia de su amada. Allí pudieron ver en vivo y directo la persecución de ultratumba amenizados
por las explicaciones del joven que, en mitad de la escena, comenta el suceso con artes trovadorescas ante el asombro y temor de cada uno. otro. Si nos fijamos bien, a la derecha de este tercer panel, a modo de escena final, vemos a Nastagio hablando con una joven que no es otra que la hija de Paolo Travesano. Ella, temerosa de acabar como la doncella fantasma, finalmente accede al matrimonio. Este enlace aparece reflejado en el cuarto y último panel de la obra.

Estos lienzos formaron parte de un lujoso regalo de bodas que recibió Lucrezia Bini de la poderosa familia de su marido, Giacomo Pucci a finales del siglo XV. Se cree que no fue una simple coincidencia, sino una advertencia disfrazada de obra de arte.

Colaboración de Marta Rodríguez Cuervo por Martonimos

Fuentes:Museo del Prado, Decameron – Giovanni Boccaccio, El Maestro del Prado – Javier Sierra.