Historia de Europa

Los primeros prostíbulos de América y el "Paraíso de Mahoma"

La tardía incorporación de la mujer española al continente americano tuvo mucho que ver con las relaciones entre españoles e indígenas, y con el posterior mestizaje. Los españoles igualaron ese desequilibrio numérico “incorporando” a las mujeres indígenas a sus vidas como esposas, concubinas e incluso esclavas. Para abordar el vacío jurídico que suponían las relaciones mixtas, el rey Fernando el Católico aprobó en 1514 una Real Cédula que validaba cualquier matrimonio entre varones castellanos y mujeres indígenas, asegurando la absoluta legitimidad e igualdad de la descendencia que naciera de matrimonios mixtos frente a los matrimonios de Castilla.

Me informan que una de las cosas que más ha cambiado en la isla Española y que más nos ha enemistado con los indios ha sido llevarse a sus mujeres...

Aun así, y como se desprende de las palabras del monarca, se siguieron cometiendo abusos y aunque las autoridades locales indias persiguieron la convivencia, hicieron la vista gorda porque en muchas ocasiones eran los propios gobernadores quienes la practicaban. Así que, para evitar males mayores, por Real Cédula del 21 de agosto de 1526, el rey Carlos I concedió licencia a Juan Sánchez Sarmiento para construir un prostíbulo en Santo Domingo...

por la honestidad de la ciudad, de las mujeres casadas y para evitar otros daños e inconvenientes, es necesario hacer una casa para las mujeres públicas

Los primeros prostíbulos de América y el  Paraíso de Mahoma

La ironía es que además de la firma del rey, que concedió la licencia, el documento estaba firmado por tres obispos. Debido a la proximidad del prostíbulo de Santo Domingo al convento de los dominicos -supongo que por culpa de los ojos ciegos...-, en 1531 la Corona ordenó trasladar la casa pública de mujeres a otro lugar. Ese mismo año se adoptó la misma resolución a favor de Bartolomé Cornejo para que fundara el mismo tipo de establecimiento en Puerto Rico.

La realidad es que las nuevas expediciones y los descubrimientos de territorios desconocidos repitieron estos abusos. Como lo que pasó en Asunción (hoy capital de Paraguay). En el territorio ocupado por los Carios (uno de los grupos que formaron los Guaraní ) a lo largo del río Paraguay, y sobre lo que fue el fuerte militar de Nuestra Señora de la Asunción , la ciudad de Asunción fue fundada el 16 de septiembre de 1541. Domingo Martínez de Irala , Gobernador del Río de la Plata y Paraguay, decidió seguir una política muy particular en materia de concubinato y convivencia con mujeres indígenas. No sólo convivió con varias concubinas desde el inicio de la fundación de Asunción, sino que permitió y animó al resto de españoles a convivir también con varias mujeres guaraníes. Irala justificó esta permisividad diciendo que era una manera, a su juicio exitosa, de alcanzar la paz y forjar alianzas con los diferentes grupos indígenas. A los ojos de la Iglesia eso era una aberración y en 1545 el sacerdote Francisco González Panigua escribió una carta de protesta al rey de España en la que contaba lo que allí ocurría...

…que el cristiano que está contento con dos indias es porque no pueden ser cuatro, y el que está contento con cuatro porque no puede ser ocho. Y así los demás hasta ochenta, dos y tres si no es algún pobre; no hay ninguno menor de cinco y seis, la mayoría de quince y veinte, y de treinta y cuarenta los capitanes […] Con tanta desvergüenza y poco temor de Dios que hay entre nosotros en estar como estamos con las indias que no allí Es el Alcorán de Mahoma el que permite tal desvergüenza.

El padre Rivadeneyra dijo, en un informe enviado a España, que Asunción era «llamada por el pueblo el Paraíso de Mahoma » -Supongo que por lo que parecían harenes musulmanes-.

En otra carta al rey de Alonso Riquelme , yerno de Irala, defendió la política de su suegro...

…nos dan sus hijas para que nos sirvan en casa y en el campo, de las cuales y de nosotros hay más de cuatrocientos mestizos entre varones y mujeres, para que vea vuestra merced si somos buenos colonos, y no vencedores.

En consecuencia, esta política generó una numerosa descendencia mestiza que fue la base de la raza criolla en esa parte de América. Las hijas de Irala fueron entregadas en matrimonio a distintos españoles también con el espíritu de establecer alianzas y equilibrios entre las distintas facciones cuya existencia caracterizó a la primitiva Asunción. El testamento de Irala, fechado el 13 de marzo de 1556, atestigua sus hechos…

Digo y declaro y confieso que tengo y Dios me ha dado en esta provincia ciertas hijas e hijos que son:Diego Martínez de Irala y Antonio de Irala y doña Ginebra Martínez de Irala, mis hijos, y María mi sierva, hija de Pedro de Mendoza, indio destacado que era de esta tierra; y doña Marina de Irala, hija de Juana mi sierva; y doña Isabel de Irala, hija de Águeda, mi sierva; y doña Úrsula de Irala, hija de Leonor, mi sierva; y Martín Pérez de Irala, hijo de Escolástica, mi doncella; y Ana de Irala, hija de Marina, mi doncella; y María, hija de Beatriz, sierva de Diego de Villalpando, y por ser como los tengo y declaro por mis hijos e hijas y portales me he casado conforme a ley y bendición, como manda la Santa Madre Iglesia.

Fuentes:Mujeres en la conquista y el paraíso de Mahoma, Sexo en la conquista de América, Dondequiera que te lleve la suerte – José Luis Hernández Garví