El período del Sexenio Democrático fue una de las breves etapas en las que, durante el siglo XIX, las fuerzas progresistas dominaron el escenario político español. El producto de estos gobiernos fue la elaboración de dos constituciones consideradas progresistas:la de 1869, que introdujo una monarquía parlamentaria muy alejada del modelo oligárquico borbónico, y la de 1873, primera constitución republicana en España. Este último nunca entró en vigor, arrastrado por el vértigo con el que se desarrollaron los acontecimientos políticos entre 1873 y 1874.
A pesar de su inutilización, es necesario abordar, aunque sea sucintamente, sus principales características.