Historia de Europa

Bombardeo aéreo de Cartagena durante la guerra civil

Durante la Guerra Civil (1936-1939) las principales ciudades y puertos de toda la fachada mediterránea fueron duramente castigados por bombardeos aéreos realizados preferentemente por la aviación italiana desde sus bases en Mallorca. El efecto, la victoria del levantamiento franquista en ellas, permitió a los sublevados mantener una amenaza constante sobre el territorio de la retaguardia republicana, hostigando las infraestructuras económicas y de comunicaciones y dificultando la llegada de ayudas a la República. En el caso de la región de Murcia, en cambio, los bombarderos procedían de la base de Armilla en Granada e incluso de Sevilla.

Bombardeo aéreo de Cartagena durante la guerra civil

Como es bien sabido, la Guerra Civil española sirvió de preludio a la práctica de nuevas tácticas militares y nuevas tecnologías bélicas que alcanzarían su apogeo poco después durante la Segunda Guerra Mundial. Entre estas prácticas estaba la de bombardeos aéreos masivos, tanto sobre objetivos militares como civiles, desdibujando así la débil frontera entre ambos que ya había sido superada en ocasiones anteriores, al menos desde la Primera Guerra Mundial, pero también en otros conflictos bélicos menores. Francia y España en el norte de África en 1912 y 1913, Estados Unidos en México (1916), etc. Desde entonces, las ciudades se han convertido en un objetivo militar y, por tanto, susceptibles de ser atacadas en el marco de la llamada “acción total”. guerra”, doctrina que anulaba la división entre el frente y la retaguardia de guerra; los objetivos se extendían a cualquier parte del territorio y no sólo se centraban en el frente de combate. De esta manera, las ciudades se convirtieron en objetivos de guerra de primera importancia.

Ambos bandos utilizaron esta estrategia aérea, aunque la ayuda italiana y alemana al bando franquista hizo que su frecuencia e intensidad fueran mucho mayores que en el bando republicano. Numerosas ciudades republicanas sufrieron estos bombardeos:Madrid, Barcelona, ​​Guernica, Tarragona, Santander, Almería, Castelló, Reus, Sagunto, Valencia, Águilas, Alacant, Alcoy, Cartagena, Albacete, Almería, Jaén, etc. Por su parte, las Los republicanos bombardearon ciudades como Córdoba, Valladolid, Cabra, Salamanca, Burgos, Ceuta, Melilla, etc.

A la destrucción de industrias, comunicaciones, puertos, aeropuertos se añadió un nuevo interés:el de intimidación y desmoralización de la población civil. Para ello se utilizaron nuevas tácticas o nuevos modelos de aviones:en Guernica, y también en otros lugares, la combinación de bombas explosivas de 250 kg y bombas incendiarias de 50 kg; en algunas localidades del interior de Castellón, la eficacia de las Stukas como bombarderos alemanes. En definitiva, la Guerra Civil Española fue, como ya se ha dicho, un ensayo de lo que sería la inminente Segunda Guerra Mundial.

Bombardeo aéreo de Cartagena durante la guerra civil

A partir de entonces, la aviación desempeñaría un papel nuevo y crucial en las estrategias militares. En este sentido, la ayuda prestada por Alemania e Italia a los sublevados –cazas, transportes y bombarderos– les proporcionó una indudable superioridad aérea que, sin duda, facilitó su avance terrestre en todos los frentes.

Aunque el levantamiento militar contra el gobierno republicano no tuvo éxito en Cartagena, la situación fue confusa durante bastante tiempo en el Arsenal, así como en la cercana base aérea de Santiago de la Ribera. Superadas las tentativas del levantamiento y confirmada su adhesión a la República, Cartagena se convirtió en un potente centro de interés para los bombardeos del bando nacional. Fue la única gran base naval de la República, sede de su flota principal, con arsenales y fábricas en plena actividad y puerto de escala para la llegada de ayuda militar extranjera. Por tanto, fue un objetivo claro durante toda la guerra.

Bombardeo aéreo de Cartagena durante la guerra civil

La ciudad estaba bien defendida, no sólo por la flota naval (un acorazado, tres cruceros, varios destructores, torpederos y algunos submarinos) sino también por la eficiente red de baterías costeras y baterías antiaéreas. Esto permitió que llegaran numerosos barcos, sobre todo soviéticos, cargados de ayuda militar durante los primeros meses del conflicto. Para frenar este flujo, el bando nacional comenzó a bombardear la ciudad desde el aire.

Cartagena fue una de las ciudades que más bombardeos sufrió durante la guerra civil. Los cuatro que aquí hemos analizado fueron los primeros de una larga sucesión de ataques aéreos -se calcula que fueron 117- con los que las fuerzas franquistas intentaron anular el potencial militar de la ciudad y su región. Del mismo modo, los bombardeos causaron 233 víctimas, cientos de heridos y la destrucción de un tercio del casco urbano. De estos atentados, los más significativos fueron los primeros.

El primer bombardeo se produjo el 18 de octubre de 1936. Los encargados de ejecutarlos fueron dos bombarderos alemanes Ju-52, con tripulaciones de la misma nacionalidad y que procedían de la base de Armilla (Granada). Estos aparatos fueron diseñados como transportes y fue en la guerra civil donde se pusieron a prueba sus cualidades como bombardero. Fueron las primeras unidades de lo que luego sería la Legión Cóndor. La defensa antiaérea respondió y sólo pudieron realizar una pasada al amanecer en la que lanzaron 10 bombas de 250 kg. Aunque sus objetivos eran los barcos fondeados en el puerto, las bombas cayeron por el centro de la ciudad, provocando 22 muertos y numerosos soldados y civiles heridos. Además de los daños materiales y las pérdidas humanas, el bombardeo rompió la sensación de seguridad que había hasta entonces en la ciudad; Ni el hecho de estar lejos del frente ni de tener buenas defensas habían podido evitar el ataque:Cartagena era vulnerable. Por este motivo, se creyó necesario construir refugios antiaéreos en varios puntos de la ciudad.

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El segundo bombardeo se produjo dos días después:el 20 de octubre . Esta vez eran tres Ju-52 tripulados por aviadores españoles. Vinieron de Armilla y llegaron a Cartagena de noche. Hicieron sólo una pasada, pero lograron lanzar toda su carga de bombas:18 en total, de las cuales sólo una no impactó. Al parecer el bombardeo no causó grandes destrozos ni víctimas destacables.

Ninguno de los dos bombardeos había conseguido detener el tráfico marítimo ni la llegada de ayuda militar soviética. Asimismo, en la cercana base aérea de Los Alcázares se siguieron ensamblando los aviones militares rusos que llegaron desmontados a Cartagena. Para destruir esta cadena se diseñó un tercer bombardeo que tuvo lugar el 27 de octubre de 1936. . Se trataba de una misión combinada de la Aviazione MIlitare italiana, que había trasladado tres bombarderos Savoia S-81 a la base de Armilla. A ellos se sumarían cinco Ju-52, ocho aparatos en total para atacar Cartagena y Los Alcázares. En ambos casos no afectaron gravemente a ninguna infraestructura, pero en Cartagena provocaron diversas bajas civiles y militares.

Bombardeo aéreo de Cartagena durante la guerra civil

A principios de noviembre, la ciudad sufrió dos pequeños ataques –los días 2 y 4– en los que participaron uno o dos aviones, sin apenas daños. El día 23 Cartagena fue sobrevolada por un avión de reconocimiento, probablemente un He-70 alemán, que fotografió los principales objetivos –puerto, Arsenal, baterías antiaéreas,…–, fue la primera misión en España de la recién formada Legión Cóndor. .

El vuelo fue la antesala del bombardeo más intenso producido hasta entonces, ocurrido el 25 de noviembre de 1936. En esta ocasión, los bombarderos Ju-52 fueron trasladados previamente desde Sevilla a Melilla para conseguir un mejor acercamiento a la ciudad. Así, los dispositivos despegarían de la ciudad norteafricana. Se utilizaron veinte bombarderos, que atacarían en varias oleadas seguidas con el objetivo de prolongar al máximo el tiempo de bombardeo. Fue el primer ataque aéreo diurno contra la ciudad; Comenzó a las 5:25 p.m. y finalizó a las 21:30 horas. Por ello se conoció como el bombardeo de las cuatro horas.

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El atentado causó 58 víctimas ya que los impactos de las bombas explosivas e incendiarias afectaron a toda la ciudad, aunque de forma dispersa. Curiosamente no afectaron a ningún barco importante ya que el grueso de la flota había abandonado el puerto poco antes del inicio del bombardeo. Más significativos fueron los daños morales; La población cartagenera estuvo encerrada en sus casas o albergues durante cuatro horas, escuchando continuamente explosiones, así como sonido de artillería antiaérea, tanto desde tierra como desde barcos cercanos. El sentimiento de vulnerabilidad se extendió por el casco urbano y muchas familias abandonaron la ciudad buscando la seguridad del campo.

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En total, los bombardeos de octubre y noviembre habían causado casi 100 muertos y varios centenares de heridos entre civiles y militares, además de la destrucción o inutilización de decenas de viviendas. Estos hechos demostraron, y así lo informó el gobierno de la República, el incumplimiento de los fallos del Comité de No Intervención ya en los primeros meses del conflicto. A los ataques antes mencionados, donde fue evidente la participación de la aviación alemana e italiana, hay que sumar el ataque de submarinos italianos a la escuadra republicana que tenía su base en el puerto de Cartagena el 22 de noviembre de 1936.

Los bombardeos de Cartagena tienen la particularidad de que fueron llevados a cabo casi en su totalidad por aviones alemanes, la mayoría de las veces también con tripulaciones del mismo país, mientras que la participación italiana fue, en este caso, muy secundaria –algunos aviones en el tercer bombardeo y escoltan a los combatientes en ocasiones.

Cartagena ocupó un lugar primordial en la defensa de la República. Sus importantes instalaciones militares, tanto navales como terrestres, así como la proximidad de los aeródromos de Los Alcázares y San Javier crearon una red militar de primordial importancia para el apoyo de la guerra republicana. Además, su sistema defensivo –3º Regimiento de Artillería Costera y numerosas baterías antiaéreas– la convertía en el conjunto de bases militares republicanas mejor protegido. A ello había que sumar las instalaciones industriales, así como el lugar de recepción y montaje de la ayuda militar soviética –artillería, aviones, tanques,…–. Pero esto le costó un alto precio en vidas humanas y destrucción.

Bombardeo aéreo de Cartagena durante la guerra civil

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