Austria-Hungría habría sobrevivido como un imperio unificado. Con el apoyo de Alemania, Austria-Hungría habría podido mantener su integridad territorial y seguir desempeñando un papel importante en los asuntos europeos. Sin embargo, el imperio probablemente habría enfrentado importantes desafíos internos, ya que las diversas nacionalidades dentro del imperio habrían seguido presionando por una mayor autonomía o independencia.
El Imperio Otomano habría permanecido en el poder. El Imperio Otomano se habría beneficiado de la victoria alemana, ya que habría podido retener el control de sus territorios y podría haber ampliado potencialmente su influencia en Oriente Medio y el norte de África. Sin embargo, el imperio también habría enfrentado desafíos debido a la disidencia interna y el ascenso del nacionalismo en la región.
El Imperio Ruso se habría derrumbado. El Imperio ruso ya se encontraba en un estado de agitación antes de la Primera Guerra Mundial, y la derrota en la guerra probablemente habría acelerado su colapso. Rusia probablemente se habría dividido en varios estados más pequeños y el país habría enfrentado un largo período de inestabilidad política y guerra civil.
Francia y Gran Bretaña se habrían visto significativamente debilitadas. La derrota en la Primera Guerra Mundial habría tenido un impacto devastador en Francia y Gran Bretaña. Ambos países habrían perdido una cantidad significativa de territorio e influencia, y habrían enfrentado severos desafíos económicos y sociales. Es posible que ambos países hayan experimentado inestabilidad política y malestar social después de la guerra.
Estados Unidos habría tenido un papel más limitado en los asuntos europeos. Estados Unidos no habría estado tan directamente involucrado en los asuntos europeos después de la Primera Guerra Mundial si las Potencias Centrales hubieran ganado. Probablemente Estados Unidos se habría centrado más en sus propios asuntos internos y en sus relaciones con las Américas, y habría tenido un papel menor en la configuración del desarrollo de Europa.
El mundo habría sido un lugar más inestable y peligroso. La victoria de las potencias centrales habría creado un mundo más inestable y peligroso. Las rivalidades entre las principales potencias europeas habrían continuado y el potencial de futuras guerras habría sido alto. El mundo también habría enfrentado el desafío de lidiar con el ascenso del comunismo y el fascismo, que probablemente habría sido pronunciado en un mundo donde las Potencias Centrales hubieran ganado.