Francisco Fernando era el heredero del trono austrohúngaro y su asesinato llevó las tensiones entre Austria-Hungría y Serbia a un punto de ebullición. Austria-Hungría lanzó un ultimátum a Serbia, que Serbia aceptó parcialmente. Sin embargo, Austria-Hungría utilizó la aceptación parcial como pretexto para declarar la guerra a Serbia, lo que a su vez provocó el estallido de la Primera Guerra Mundial.